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La Ruta Azul Belcaire

puntos de interés que se pueden encontrar a lo largo de la ruta, apta para todas las edades.Formaciones dunares de arenisca f m. m. Centro de Interpretación Belcaire f m. m. Reserva Galápago f m. m.Torre Biniesma f m. m.

Que Moncofa tiene potencial turístico es indiscutible, tanto por su programación cultural y festiva anual, como por el que podría considerarse su principal atractivo: la playa. Pero si este es un recurso que en la época estival da muchas satisfacciones al municipio y atrae a miles de turistas año tras año, tanto nacionales como internacionales, lo cierto es que su zona costera tiene un interés más allá del típico sol y playa, y así se puede comprobar recorriendo la ruta azul Belcaire en cualquier época del año, un itinerario para un visitante familiar que ofrece una visión muy particular de los valores de la costa sur de la provincia de Castellón.

Esta ruta tiene su inicio en las inmediaciones de la desembocadura del río Belcaire, como describe el técnico de turismo de Moncofa, Paco Peixó, «totalmente balizada entre cuerdas y postes de madera, se desarrolla de forma sinuosa entre grandes formaciones dunares de arenisca, rodeadas de vegetación autóctona de los ecosistemas litorales, como sería el caso de manzanillas amargas, estrellasmar, limoniums y silenes marítimas, entre otras».

Tanto se cree en el interés añadido que el ayuntamiento ha creado un centro de interpretación al aire libre en el que, a parte de descansar y disfrutar de los días soleados que casi son hegemónicos en esta zona del litoral mediterráneo, permite «conocer de cerca los recursos naturales y patrimoniales del entorno, como los tramos altos y bajos del río Belcaire, las playas con bandera azul y los restos históricos».

De hecho, resulta especialmente interesante combinar el atractivo natural del mar, con los vestigios de otras épocas, como es el caso de la villa romana o el poblado ibérico de Orleyl. Aunque sin lugar a dudas, uno de los puntos más singulares «y de mayor belleza de esta parte del litoral», son los restos de la torre vigía de Beniesma, cuya cimentación «se presenta permanentemente bañada por el mar Mediterráneo».

La ruta azul Belcaire es una combinación casi perfecta de valores históricos y naturales. De hecho, en uno de los tramos que se incluyen en ella «ascendiendo por un pequeño montículo, divisamos la desembocadura del río Belcaire que alberga una gran población de cañizales, además de diferentes colonias de aves acuáticas como patinegros, zampullines y cormoranes», lo que según destaca Peixó, despierta de manera especial la curiosidad de los aficionados a la ornitología. Pero si de fauna se trata, es indispensable hacer mención a la reserva de galápago europeo, Emys Orticularis, que «encuentra en esa zona un reducto de supervivencia de la especie» muy amenazada en la actualidad.

Todo el recorrido de este sendero es muy accesible, dado que tiene una longitud de 1.405 metros, con un desnivel acumulado de apenas un metro, y su anchura alcanza los 4, de ahí que se plantee como una alternativa muy interesante para una excursión de fin de semana, ideal para hacer con niños.

Porque además de todo lo mencionado, la ruta permite conocer las playas vírgenes. Justo en su tramo final es donde se encuentra la citada torre de Beniesma, que habla de un pasado de piratas y berberiscos, de cuyas incursiones pretendían protegerse los antiguos pobladores de la zona.

Se suele creer que la mayor actividad en estos municipios costeros se concentra en la época estival y que por ello resulta complicado encontrar lugares para, por ejemplo, comer. Pero el casco urbano costero de Moncofa cuenta con una población estable durante todo el año que garantiza los servicios esenciales tanto para sus moradores, como para los visitantes.

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