La Romeria de les Canyes desde el Grau se estrenará este año por primera vez en el programa de fiestas. Este itinerario, con más de 20 años de historia, es toda una tradición para el distrito marítimo y forma parte de la peregrinación al cerro de la Magdalena. La Junta de Festes ha querido reforzar su proyección con su inclusión en el «llibret» magdalenero.

Varios integrantes de la organización festera participarán en la ruta del Grau. En años anteriores acudían concejales de diversos partidos, pero este año se ha querido poner una piedra más. Los graueros se desplazan al entorno de la Magdalena por el camí de la Pedrera. Entre los asistentes se encuentran los integrantes de la gaiata 12 «El Grau». También se espera al vicealcalde, Enric Nomdedéu, quien fue un asiduo del camí de la Pedrera en sus años en la oposición.

La romería del distrito marítimo tendría su particular tributo a Robert Nebot, quien junto a su compañero Miquel Eixau, recibía a los peregrinos graueros del camí de la Pedrera en la ermita de Sant Roc de la Donació. En esta parada entregaban el galardón de la Carabasseta d'Argent, que distingue a las personas que respaldan el citado ermitorio de Sant Roc de la Donació.

La segunda novedad en la Romeria de les Canyes se dará en el concurso pirotécnico. El ayuntamiento descarta la habitual pirotecnia en el cerro de la Magdalena por motivos de seguridad. Esta pirotecnia se lanzaba como aviso de la llegada de la comitiva oficial. Este año se disparará en la Tornà y en el recinto habilitado para mascletaes en Rosa María Molás.

No serán los únicos cambios en los actos tradicionales. La nueva Junta Festes ha conservado su esencia y ha introducido alguna modificación en aspectos organizativos. Por ejemplo, el Pregó desfilará por la calle Gobernador en vez de por la calle Mayor. Este traslado se realiza por seguridad y que para que los colectivos participantes luzcan más, según la Junta de Festes.

Por su parte, la Ofrena a la Verge de Lledó se desarrollará en dos turnos; de mañana y tarde. La finalidad es que el acto finalice a una hora más temprana y el público aguante hasta la llegada de los últimos colectivos.