La Unión Europea admite un posible impacto social en la industria cerámica de Castelló si se retiran los aranceles a las importaciones de baldosas de China, según trasladó en una reciente reunión el director general de Mercado Interior e Industria de la Comisión Europea, Enrique Aresti Gutiérrez, al vicepresidente de la diputación provincial, Vicent Sales. Las actuales medidas proteccionistas finalizarán el próximo mes de septiembre y la UE las prolongará otros cuatro años si vuelve a constatar que los azulejos del gigante asiático acceden al mercado europeo a precios más bajos que los de su producción europea y provocan una competencia desleal, en lo que se conoce como «dumping».
Sales mantuvo un encuentro en Bruselas con el responsable comunitario para trasladar la inquietud del sector cerámico ante los posibles cambios en las relaciones comerciales de la Unión Europea con China, que ha solicitado que se la considera economía de mercado. Esta circunstancia implicaría la desparición de la política arancelaria. Las medidas proteccionistas han reducido un 60 % las importaciones chinas. Según Sales, Aresti señaló que la liberalización de las relaciones comerciales con China «preocupa a la Unión Europea por el impacto social que puede tener en sectores industriales localizados en áreas pequeñas», como pueden ser los casos de la cerámica en España, que se concentra en Castelló, o en Italia, en Faenza y el entorno de Bolonia.
La UE ha de decidir en 2016 dos cuestiones vinculadas con el programa proteccionista; por un lado, hasta septiembre tiene que estudiar si prolonga las «medidas antidumping» que aplica de manera específica a los productos cerámicos procedentes de China, y por otro, antes de diciembre ha de valorar si concede a la potencia asiática el estatus de economía de libre mercado, lo que conllevaría la eliminación o una reducción considerable de las medidas disuasorias impuestas contra el conjunto de importaciones chinas.
La patronal cerámica europea (Cérame-Unie) presiona desde hace meses a los países miembros y a la Comisión Europea para que rechacen el cambio en el tratamiento a China, ya que considera que no reúne las condiciones para competir en pie de igualdad en cuanto a su mercado interior -sigue regulado en buena parte por el Estado- y respecto a sus costes laborales y medioambientales. Ascer advierte de que la retirada del programa «antidumping» pondría en riesgo 100.000 empleos en la cerámica europea.
El pleno de la diputación debatirá el próximo martes una moción del Partido Popular que solicita que la Comisión Europea realice un estudio y una evaluación completas sobre los efectos negativos que tendrá sobre la industria cerámica la concesión de este estatus a China.
