El Castellón no gana. No marca. Y ello repercute en que las plazas de descenso se ven cada vez más cerca. De hecho, suma los mismos puntos que el Torre Levante que ya está en descenso. Los albinegros tenían un calendario complicado y ahora, tras jugar con todos los de arriba, éste les dará una pequeña tregua. El sábado la escuadra de la capital de la Plana empató ante un muy joven Atlético Madrileño que tuvo mucho el balón y no lo sorteó tanto. Bien armado atrás con un extraordinario portero como es Diego Conde, y una defensa casi siempre sincronizada y un centro del campo trabajador, le puso las cosas muy complicadas a los castellonenses, todo voluntad y entrega, pero con muy poca pegada.

Su mejor ocasión llegó en el minuto 10 con un cabezazo de Dani Escriche que salvó Diego Conde con acierto y seguridad. Luego llegó mucho miedo escénico. Idas y venidas. Patadones y a correr. En ese campo poco más se podía esperar. Son goles se llegó al descanso de una primera parte que se hizo larga y empalagosa. Y tras el descanso más de lo mismo hasta los siete últimos minutos del duelo donde todo fue posible.

En siete minutos se vieron más ocasiones que en los ochenta y tres anteriores. Y si Diego Conde demostró ser un gran portero, el arquero benicense del Castellón, Nahum Pedre, no le fue a la zaga con sus intervenciones en los minutos 85, 88 y 91 a remates de Aitor Puñal, Parri y Alexander. Al final empate (0-0) y a rezar.