La primera ordenanza que ha preparado el Ayuntamiento de Castelló para la prevención y control del mosquito tigre concita el rechazo de Unión de la Marjaleria, que considera que de esta forma el ejecutivo local cede esta responsabilidad a los particulares y califica de «abusivas» las sanciones previstas -hasta 3.000 euros-.

El equipo de gobierno ha incluido en el texto trece actuaciones de obligado cumplimiento para las personas que residen dentro del ámbito de aplicación de la ordenanza. Sostiene que el 80 % de los focos del mosquito tigre se han detectado en el suelo privado y que en este ámbito el poder público no puede actuar. Es por ello que ha incluido en la ordenanza una serie de acciones que han de cumplir los propietarios, como pueden ser el mantenimiento de balsas o fuentes, piscinas y sistemas de climatización.

Unión por la Marjaleria cree que esta normativa puede acarrear problemas en la zona, ya que al situarse en un humedal es una de las zonas que suele verse afectada por plagas de mosquitos. Esta asociación integra a vecinos sobre los que pesan sanciones por construcciones ilegales. Ahora teme nuevas multas por el mosquito tigre.

En un escrito remitido al consistorio, la entidad muestra su oposición a «que la responsabilidad en la lucha contra los mosquitos se traspase del ayuntamiento a los particulares». Los propietarios «podemos hacer bien poco en la lucha contra los insectos, carecemos de los medios necesarios y suficientes para hacerlo. Es el ayuntamiento el que debe utilizar todos los medios que estén a su alcance. Mantener las casas en una condiciones óptimas libres de mosquitos es una cuestión de civismo y cooperación vecinal, pero la imposición de sanciones es algo desmesurado, cuando la erradicación completa no es posible», explicó Unión de la Marjaleria. A su juicio, «que ciertos lugares de cría de larvas estén en sitios privados, no quiere decir que el ayuntamiento se desentienda del problemas. Además de los tratamientos insecticidas, debe realizar campañas de acción social».

Entre otras medidas, la ordenanza insta a vaciar y poner boca abajo los objetos situados al aire libre susceptibles de acumular agua, mantener secos los bajo platos de las macetas, vaciar los abrevaderos dos veces por semana o cubrirlos con tela mosquitera, e peces rojos (depredadores naturales de larvas de mosquitos) en balsas. En las piscinas plantea que las instalaciones vacías se mantengan secas cuando estén vacías o estén en condiciones higiénicas cuando estén en uso.

Las sanciones de la citada ordenanza, que se encuentra en tramitación, oscilan de los 60 euros a los 750 en infracciones leves; de 751 a 1.500 euros en graves, y de 1.501 a 3.000 euros para las muy graves.