La vacuna de la varicela volverá a introducirse en el calendario vacunal a partir del próximo 1 de abril, dos meses después de estar disponible otra vez en las farmacias.
Tal como confirmaron ayer desde la Conselleria de Sanitat Universal, a partir del 1 de abril se empezará a inmunizar contra la enfermedad a los menores que cumplan 15 meses desde esa fecha, es decir, a los nacidos a partir del 1 de enero de 2015 en adelante.
La administración autonómica cumple así con el acuerdo tomado el verano pasado en el Consejo Interterritorial de Salud que acordó retomar durante el año 2016 la vacunación programada de la varicela con dos dosis, una entre los 12 y 15 meses y otra a los 3 o 4 años, todavía por concretar.
Según las cifras aportadas por la Conselleria ayer, se estima que este año se vacunará a 33.000 bebés con esta primera dosis. Además, confirmaron las autoridades valencianas, se mantiene la estrategia que se había aplicado hasta ahora, y que se impuso tras la retirada de la vacuna del calendario, de inocular a todos los niños de 12 años que no habían pasado la enfermedad o a menores en grupos de riesgo.
Decisión aplaudida
Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría, su presidenta Pilar Codoñer, aplaudía ayer la decisión de reintroducir la varicela en el calendario vacunal.
Desde que se retiró en 2014 para aplicar la pauta de los doce años, según esta organización, se ha detectado un repunte de casos en las consultas pediátricas sobre esta enfermedad, lo que suponía un dato alarmante.
Según la opinión de su presidenta era una enfermedad que no se solía ver ya y que en los últimos años ha vuelto a ser muy frecuente entre los menores de edad.
La especialista consideró, por otra parte, que la de la varicela era una de las vacunas recomendadas para los menores, ya que su efectividad era muy alta. Con todo, distinguía esta vacuna de las totalmente imprescindibles, como la de la difteria, el tétanos, la polio o la tosferina. Ya que, según la Doctora Codoñer, la forma en la que se presenta la enfermedad de la varicela suele ser benigna en el 90% de los casos.
Con todo, anualmente cerca de una docena de niños mueren en España a causa de esta enfermedad por complicaciones en su desarrollo.
