Declaró un extécnico del área de urbanismo del Ayuntamiento de Borriol, quien reveló que el exalcalde Adelino Santamaría le llamó por teléfono para que negociara con el empresario Raúl Babiloni, socio y amigo de Martínez, el convenio de expropiación de los terrenos de la depuradora. Santamaría incluso le facilitó el teléfono personal de Babiloni. En virtud de dicho convenio, Francisco Martínez y Raúl Babiloni se habrían embolsado 193.000 euros por desprenderse de los solares. El fiscal sostiene que ambos estaban en connivencia con Santamaría.

Por otra parte, acudió como testigo un hermano de Raúl Babiloni, copropietario de los terrenos afectados por la depuradora. Afirmó que cuando su hermano vendió la parcela a la hija de Francisco Martínez ya estaba en marcha el proceso de expropiación de la depuradora. Según dijo, no había ningún proyecto de urbanización en la zona, cuando su hermano declaró que vendió la parcela a la hija de Martínez porque había expectativas.