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El ayuntamiento actúa contra la procesionaria en la Magdalena

Elimina varios nidos en el paraje, que se prepara estos días para la tradicional Romeria

El ayuntamiento actúa contra la procesionaria en la Magdalena

La procesionaria avanza imparable y, al parecer, el paraje de la Magdalena de Castelló, con su extenso pinar, tampoco se libra de la presencia de esta oruga que, si bien es inofensiva para los árboles en los que se cría, puede ocasionar alergias a personas y animales de compañía.

El Ayuntamiento de Castelló ya ha actuado para detener esta plaga. Según informaron ayer desde el consistorio, se han retirado cuatro bolsones de procesionaria del paraje de la Magdalena y está previsto actuar retirando más nidos en dos rotondas de acceso a la zona.

La procesionaria ha llegado en las peores fechas posibles, justo cuando el ermitorio se prepara para recibir a miles de visitantes en la tradicional Romeria de les Canyes. De ahí la importancia de mantener el paraje lo más despejado posible de este insecto.

No obstante, la concejala de Sostenibilidad Ambiental, Sara Usó, quien también es responsable de Fiestas, afirmó ayer que la incidencia de esta oruga en Castelló no resulta especialmente significativa. De hecho, a excepción de los focos encontrados en el paraje de la Magdalena, no hay constancia de la presencia de procesionaria en ningún otro enclave urbano, ni siquiera en el Pinar del Grau, tal y como atestigua también la asociación de vecinos de la zona. La edil destacó, además, que el consistorio está en contacto con la Conselleria de Medio Ambiente, para la actuación en el paraje natural. Y es que el departamento autonómico es el responsable de las medidas de control, como la colocación de trampas y las fumigaciones.

Altas temperaturas

Las temperaturas inusualmente cálidas que ha registrado Castelló a lo largo del invierno han provocado que el ciclo natural de la oruga se adelante. La procesionaria suele criarse en las copas de los pinos durante varios meses formando bolsones blancos de seda. Después se desliza en procesión por el tronco para esconderse bajo tierra, algo que suele suceder en primavera, y más adelante, durante el verano, las crisálidas eclosionan dando vida a las mariposas.

La oruga no resulta especialmente dañina para los pinos, más allá de causarles defoliación. El principal problema surge cuando entra en contacto con personas y animales de compañía. El pelo urticante de la procesionaria contiene una especie de veneno que con el contacto directo o al flotar en el aire puede causar alergias que se manifiestan con la irritación de garganta, oídos y nariz, con similares o efectos incluso más graves en los animales.

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