Marina d'Or Golf, el proyecto urbanístico más grande de Europa, se difumina como el humo. Una sentencia del Tribunal Supremo, dada a conocer ayer por la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, da la puntilla al megaproyecto ideado por el empresario Jesús Ger al anular el Plan Parcial Marina d'Or Golf de Cabanes, lo que cierra todo el procedimiento judicial a nivel estatal y solo deja abierta una pequeña puerta en los tribunales europeos. Esta sentencia, que en la práctica bloquea ya cualquier opción para desarrollar este megaproyecto, deja, en cualquier caso, una situación curiosa y hasta cierto punto sorprendente.

Marina d'Or Golf, un proyecto para desarrollar unos 18 millones de metros cuadrados, estaba vinculado a la aprobación de los planes parciales de los dos municipios afectados, Cabanes y Orpesa. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) declaró nulos ambos: en mayo de 2013 el de Orpesa y en noviembre del mismo año el de Cabanes. En los dos casos tanto la empresa, Construcciones Castellón 2000 (Marina d'Or), como la Generalitat (en ese momento bajo mandato del Partido Popular), decidieron recurrir ante el supremo los autos negativos del TSJCV. La primera noticia de estos recursos se conoció en julio del año pasado, cuando el Tribunal Supremo le enmendó la plana al TSJCV y revocó la sentencia que anulaba el Plan parcial de Orpesa, lo que fue un pequeño triunfo para Marina d'Or.

Fallo en aplicar la legislación

Pero quedaba por ver el final de la historia con el Plan Parcial de Cabanes, y la sorpresa en este caso es que el Supremo ratifica su nulidad, centrada en que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) conforme a la legislación autonómica valenciana no era la correcta, ya que era «exigible la Ley Estatal 9/2006».

La realidad ahora es que Marina d'Or Golf se encuentra con un plan parcial ratificado por el Supremo y otro anulado por el mismo tribunal, aunque para la conselleria se trata de dos piezas de un puzzle que no se pueden separar. Así lo explicó ayer en Castelló el director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, Lluís Ferrando, quien explicó que «el PAI estaba diseñado en dos municipios, Orpesa y Cabanes, y en consecuencia requería de dos planes parciales, pero estamos hablando de un único proyecto que es indivisible». Por ello, insistía en que «aunque en Orpesa sí se avaló, no se puede desarrollar una actuación que se ejecuta también en Cabanes, donde está anulado».

Sobre el futuro de los terrenos, tanto la consellera como el director general han aseverado que todos los proyectos deben partir de cero, apuntando que los criterios fundamentales que valora el nuevo gobierno autonómico pasan por «dar seguridad jurídica, adaptase a la realidad socioeconómica actual y, por supuesto, la sostenibilidad del territorio». Por tal motivo, consideran inviable una nueva alternativa que apueste por parques temáticos y miles de viviendas como proponía Marina d'Or Golf.

La sentencia del Supremo llega en pleno análisis de los PGOU de ambos municipios, el de Cabanes en tramitación y el de Orpesa en revisión, por lo que desde la conselleria se insta a que «se adapten a los parámetros de sostenibilidad» que marca el nuevo ejecutivo autonómico, muy lejos de proyectos de 36.000 viviendas como planteó en su día la empresa. Con todo ello, María José Salvador valoró ayer de forma positiva la sentencia del Supremo al subrayar que supone «un varapalo al modelo urbanístico del PP durante todos estos años en la Comunitat Valenciana».

Sobre la desaladora construida en Orpesa, el director general con sideró que la anulación de este proyecto no tiene que suponer ningún problema para su funcionamiento ya que estaba ideada para atender otros PAI de la comarca. Es más, destacó que era tal la envergadura de Marina d'Or Golf que contemplaba sus propias desaladoras.