Trabajan noche y día, escoba y manguera en mano, en la limpieza de calles y plazas, borrando el rastro de basura y suciedad que dejan las fiestas. Su labor pasa desapercibida pero es fundamental para que los ciudadanos puedan disfrutar plenamente de la Magdalena.
La semana grande de Castelló obliga a desplegar un amplio dispositivo de limpieza, que en esta edición se ha incrementado ligeramente respecto al año pasado para dar servicio a los nuevos mesones. Cada día se movilizan 107 personas y 55 vehículos.Además, se han instalado 113 contenedores adicionales para dar respuesta a la avalancha de residuos que se generan.
Los trabajos de limpieza durante la Magdalena abarcan prácticamente toda la jornada. La intervención en carpas y mesones arranca a la medianoche y se prolonga hasta las 8:40 de la mañana. De forma paralela, se realiza el barrido manual de las calles (entre las 2 de la madrugada y las 8:40) y el baldeo manual (entre las 4 y las 10:40). Estas labores se refuerzan con los servicios de limpieza mecánica, entre las 23.30 y las 6.30 horas, que incluyen el fregado de pavimentos, la limpieza de imbornales, la recogida de residuos en zonas de ocio, el barrido motorizado, la limpieza de manchas y el baldeo con agua a alta presión.
A todo ello hay que añadir la recogida de la basura, que se realiza entre las 23.30 y las 6.30 horas.
Las brigadas de limpieza están presentes en los grandes actos de la Magdalena, retirando los restos que dejan desfiles y cabalgatas y devolviendo las calles a su estado original. Pese a la ingente labor que realizan, sigue habiendo quejas vecinales por la suciedad inherente a las fiestas, sobre todo en las zonas donde se producen aglomeraciones de gente. Una situación que tiene que ver también con actitudes incívicas de algunas personas, que dejan por donde pasan un reguero de suciedad y obligan a los servicios de limpieza a redoblar esfuerzos.
