El portavoz adjunto de Compromís en las Corts Valencianes, Juan Ponce, ha presentado una proposición no de ley de urgencia para instar el Consell a desarrollar y aprobar legislación que proteja de forma efectiva el territorio valenciano de la técnica del fracking y otras similares.

Según Ponce, «la protección del medio ambiente es una competencia que queda asumida en nuestro Estatuto de Autonomía para poder legislar contra el fracking. Es urgente tomar medidas, porque estando contrastados sus efectos sobre la salud en otros territorios, se han solicitado proyectos que suponen una amenaza para las comarcas del norte de Castelló y del Alt Vinalopó en Alicante. Actuaciones que pueden afectar de manera directa a todo el acuífero del Maestrat, en Castelló, y a la salud y la vida de las personas y los ecosistemas».

Los riesgos de esta técnica de extracción de hidrocarburos, que consiste en inyectar a alta presión millones de litros de agua, arena y centenares de sustancias químicas, para romper la roca y obtenerlos, ya los dio a conocer la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo en un informe de 2011, donde cuestionaba que esta práctica tuviera que ser permitida, según recordó ayer Ponce. «Hay que decir que las empresas que utilizan las técnicas de fractura hidráulica no permiten conocer la composición exacta del 'cóctel' que gastan», añadió.

El portavoz adjunto de Compromís criticó además que «el Gobierno del PP, sabiendo de la existencia de informes que alertaban de los riesgos del fracking, nunca hizo nada en contra»

Moliner urge una actuación

Por su parte, el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, señaló ayer que el PSOE lo tiene «facilísimo» con el fracking denegando los permisos si los tienen que denegar». Moliner se pronunció así ante los medios al ser preguntado por la resolución aprobada por el PSPV de Castelló por la que insta a que el partido promueva la declaración de Castelló como provincia libre de fracking.

Según dijo, cuando ha visto esta información «tenía la sensación de vivir en el día de la marmota, es decir, de estar hablando de un tema que ya se ha dicho y los permisos los tiene que dar la Generalitat, por lo que el PSOE lo tiene facilísimo: que hablen con sus compañeros de Valencia y que denieguen los permisos si los tienen que denegar». «La diferencia entre unos y otros es que nosotros decidimos que era un tema que no lo tenían que decidir los políticos, sino los técnicos y, tras analizarse técnicamente, se decidió que el fracking no es malo ni bueno, simplemente que hay sitios donde se puede aplicar y otros donde no se puede», señaló.

Moliner considera que la provincia de Castelló tiene una dependencia casi al 90 por ciento de recursos hídricos subterráneos y, por tanto, esa técnica ponía en riesgo el abastecimiento de agua.