Da la impresión de que lo peor ya ha pasado y ahora, en la recta final de la temporada, el Castellón sólo debe cumplir con cuatro trámites ante equipos de la zona media-baja que se están jugando su continuidad en Tercera División. Pero Kiko Ramírez, el entrenador albinegro, es consciente de que todavía se debe remar mucho para alcanzar puerto y por eso ayer, en su comparecencia previa al duelo de mañana, quiso avisar que no será nada fácil superar al Benigànim.
Aunque los valencianos se encuentran a cuatro puntos de la salvación, Ramírez incidió en que «los peores rivales son los que se juegan evitar el descenso. En sus campos son complicados y, en el nuestro se nos atragantan». El preparador catalán añadió que «tenemos el máximo respeto al Benigànim. Este partido puede que sea su última bala en la lucha por la salvación» y comentó que «esta clase de equipo ya hemos que se nos atragantan en Castalia porque la gente juega al 200 %, porque se juegan la vida».
Pero Ramírez también quiso mandar el mensaje de que confía en sus hombres. El preparador orellut señaló que «en ninguna competición se gana el segundo o el tercer partido, sin ganar el primero. Ahora tenemos que mirarnos a nosotros porque tenemos una ligera ventaja. Estamos casi al final del maratón y cuando se cambia de ritmo no se puede mirar hacia atrás. Los partidos que quedan no van a ser fáciles para nada».
No será sencillo superar al Benigànim, sobre todo si se plantea el duelo que espera Ramírez. «Ellos acumularán gente por dentro y defenderán en su campo. Intentarán aprovechar la estrategia o el balón parado para sorprendernos», apuntó. Por eso, espera que el equipo «tenga la actitud de estos últimos partidos para enlazar ocasiones y lograr el primer gol. Habrá un antes y un después cuando se consiga el primer tanto. Pero antes, espero que haya muchas pérdidas de tiempo, que el partido sea muy trabado. Por eso, debemos estar preparados para todo».
Además, en esta previa, Ramírez mostró una de sus principales preocupaciones en la recta final de la campaña: gestionar el potencial de su plantilla para meterse en el play-off y afrontar después la promoción de ascenso. «Tengo que mirar al futuro. Mi principal objetivo es clasificarme matemáticamente para la liguilla, me da igual en la posición que sea. En la liguilla, debemos conseguir que los rivales generen pocas ocasiones y que estemos equilibrados. Así tendremos más posibilidades para subir. Será otro tipo de competición y mi misión y mi objetivo como técnico son preparar la equipo para afrontar la situación con las máximas garantías posibles», aseguró el míster de los castellonenses.
Gestionar la plantilla
Así que al Castellón aún la queda lo más difícil. Primero, asegurar como mínimo la cuarta plaza y, posteriormente, ganar la batalla por el ascenso. Por eso, la vuelta de Tariq es una buena noticia que, además, permite a Antonio descansar una semana más. Ramírez informó de que no entrará en la convocatoria de mañana. «Debo gestionar lo que tengo, porque no puedo encontrarme otra vez con la situación del sábado. Si se debe forzar a alguien, se fuerza, pero si se puede programar, hay que pensar en el futuro».
En esta línea, Kiko Ramírez también apuntó la necesidad de explotar al máximo la polivalencia de su plantilla. El caso más claro es el de Arturo Navarro que la semana pasada volvió a jugar como mediocentro en sustitución del lesionado Marc Castells.
«La polivalencia es fundamental a estas alturas de la temporada, además de por lo que se presenta en el futuro. Es un arma más que tenemos porque no sabemos qué pasará en el futuro, en la competición», aseguró Ramírez. También añadió que «daré continuidad a Carlos López, hay que confiar en él. Tanto él como Arturo deben tener continiudad porque hemos tirado de Castells en muchos momentos, pero sin tenerlo al 100 %, ellos nos pueden dar mucho en esta recta final de la campaña».
