En 1991 un grupo de aficionadas a los toros se echó al ruedo y decidió crear una peña taurina integrada exclusivamente por mujeres: La Revolera. Era como decidirse a torear un Miura y recibirlo a porta gayola. En un mundo eminentemente masculino, las suspicacias fueron enormes, pero La Revolera ha sido capaz de superar todos los obstáculos y cumplir 25 años siendo ya un referente entre las peñas taurinas de España y una de las tres de todo el país que siguen siendo eminentemente femeninas. El colectivo está presidido en la actualidad por Pilar Fernández, a quien acompañan Paloma Aguilar en la vicepresidencia y Victoria Andreu como secretaria. Sus estatutos marcan un máximo de 25 personas como socias. De hecho, ha habido años «en los que había lista de espera», recuerda la presidenta, si bien en la actualidad son 16. La última en incorporarse es una joven de 21 años, lo que ha dado ánimo al colectivo al ver que se incorporan nuevas generaciones de aficionadas.
Victoria Andreu es una de las pocas que tomó parte en el origen de La Revolera que aún sigue con la misma ilusión de hace 25 años. Asegura que todo surgió de manera espontánea «entre aficionadas a los toros, muchas de nosotras ni nos conocíamos». Tras una primera toma de contacto en la Taberna Taurina de la plaza Doctor Marañón de Castelló, 13 mujeres pusieron en marcha La Revolera con un padrino de excepción, el ganadero Victorino Martín, y con Montse Arribas como primera presidenta.
La Revolera quiso ser algo más que reunirse para hablar de toros y, así, crearon dos premios taurinos plenamente asentados en todas las Ferias de la Magdalena: a la mejor revolera y a lo más torero. Además, convocan un premio de cerámica taurina con gran participación y realizan ciclos de conferencias con críticos, ganaderos, veterinarios, toreros y «todo aquel que consideramos que puede aportar algo a la fiesta». A ello se suman viajes a otras plazas y visitas a ganaderías, como la del propio Victorino Martín, así como el nombramiento todos los años de un Revolero de Honor.
Uno de los hitos en su ya larga historia fue recibir en 2004, a nivel nacional, el Premio Cossío a la peña revelación. Estas pasadas fiestas de la Magdalena, además, destaparon una placa conmemorativa de su cuarto de siglo de vida en la plaza de toros de Castelló, donde dejaron patente su intención de seguir disfrutando de su afición y de defender la tradición.
