La Conselleria de Educación, bajo la dirección de Vicent Marzà, ha dado un giro a la gestión a la que estaban acostumbradas las escuelas privadas durante el mandato del PP y, por primera vez en años, conforme a criterios técnicos, se han eliminado aulas en centros concertados. Esta decisión, que en la provincia de Castelló sólo ha afectado finalmente al colegio Nuestra Señora de la Consolación de Benicarló, ha sido aplaudida por sindicatos y AMPA que abogan por una educación pública y de calidad.
La federación provincial de AMPA, Fampa Castelló-Penyagolosa, valora el hecho de que «por primera vez hay una equiparación entre la escuela pública y la concertada, pues antes no se suprimían aulas en el sector privado». No obstante, señala la portavoz, Silvia Centelles, las organizaciones en defensa de la concertada «están en todo su derecho de reivindicar lo que no les parece justo, igual que nosotros lo hemos hecho cuando se recortaba en la la escuela pública».
Por su parte, el portavoz de Educación de UGT en Castelló, Laureà Puig, considera que la conselleria «ha hecho un esfuerzo por mantener aulas» en ambos sectores. No obstante, cree que el cierre de una unidad en la Consolación de Benicarló está justificado, pues la localidad cuenta con el colegio Ángel Esteban, que abrió sus puertas a principios de año y puede satisfacer la demanda escolar. «¿Qué van a hacer? ¿Cerrar un centro recién inaugurado para que los alumnos vayan al concertado?», se pregunta el portavoz sindical. En este sentido, recuerda que hace años se concertaron dos unidades en el instituto La Salle de Benicarló y, a causa de ello, se tuvieron que cerrar dos aulas en centros públicos.
Con el gobierno autonómico del PP, las decisiones respecto a la educación concertada «siempre eran políticas», lamenta Puig, y no se aplicaban criterios técnicos como el del cumplimiento de la ratio mínima para mantener el concierto educativo con los centros. «La privada ahora se queja, antes no lo hacía», señala el portavoz de UGT.
Mientras tanto, el colegio Nuestra Señora de la Consolación de Benicarló sigue presentando batalla a la Conselleria de Educación. Cuenta con el apoyo del Obispado de Segorbe-Castelló, que considera que la política de Marzà menoscaba la libertad de elección de las familias para decidir la educación de sus hijos. El centro católico ha recogido ya unas 5.000 firmas contra el cierre de un aula de infantil a través de la plataforma online Change.org, y proseguirá con las movilizaciones anunciadas.
Más aulas y maestros
Pese a las protestas, lo cierto es que el arreglo escolar arroja un saldo positivo, incluso para la concertada. En la provincia de Castelló habrá 17 aulas más el próximo curso en escuelas públicas, ya que se crean 3 unidades en infantil, 11 en primaria y 6 en educación infantil, mientras que se suprimen 3. En cuanto a las concertadas, se elimina un aula en Benicarló y se crean tres en Castelló, Segorbe y Vila-real, según los datos desglosados por UGT.
La suma de nuevas unidades escolares en la provincia supondrá la contratación de más de 20 maestros, según las estimaciones del sindicato. No obstante, aún queda por saber cuántas plazas docentes se perderán en cada uno de los centros que restan aulas. En líneas generales, tanto el sindicato como la Fampa ven con buenos ojos la planificación escolar para el curso 2016-2017. «Es positivo porque hay más creación que supresión de unidades», señalan.
