residuos urbanos de la franja central de la provincia, Reciplasa, ultima un plan que resolverá los problemas actuales y acabará con el envío masivo de basura al norte de Castelló. El proyecto en ciernes contempla la construcción de un nuevo vertedero en Onda, cuya apertura está programada para dentro de tres años. De forma paralela, se ejecutará una planta para transformar el rechazo (la parte no reciclable de la basura) en combustible sólido recuperado (CSR), lo que permitirá reducir a la mitad el volumen actual de vertidos.
El área de Reciplasa (que abarca 44 localidades de la Plana Alta, l´Alcalatén y Alto Mijares, con una población conjunta de 365.000 personas) se quedó en 2014 sin un basurero de referencia al cerrar el de Onda. En los dos últimos años, el rechazo (unas 70.000 toneladas anuales) se ha tenido que derivar a las instalaciones de Algímia d´Alfara y Cervera del Maestre, con el consiguiente sobrecoste económico.
Reciplasa está acabando de redactar su nuevo plan de gestión con las líneas maestras para los próximos años. Uno de las incógnitas que hay que despejar es el emplazamiento del nuevo vertedero, una cuestión controvertida, ya que este tipo de infraestructuras suele generar oposición social. El documento provisional se decanta por la opción de abrir un nuevo vertedero en Onda, en terrenos próximos a la actual planta de tratamiento. El objetivo es que el basurero, con una capacidad de unos 90.000 metros cúbicos, esté operativo dentro de tres años. El proyecto de gestión también incluye la reapertura del vertedero de Tales, aprovechando que cuenta con todos los permisos ambientales, aunque se trata de una bala en la recámara por si surgiera algún contratiempo con el de Onda.
El plan de Reciplasa contempla una considerable reducción del rechazo, esto es, de los residuos que van a parar al vertedero, que en la actualidad suponen un 44 % del total. Se conseguirá a través de la modernización de la planta de tratamiento y, sobre todo, con la futura planta de CSR, que se construirá de forma paralela al vertedero. La instalación transformará parte del rechazo en un producto (el CSR) con elevado poder calorífico que puede ser utilizado por la industria como fuente de energía. El objetivo es que, en pocos años, el porcentaje de rechazo se rebaje al 15-18 %. Europa marca que a partir de 2030 sólo podrá ir a vertedero el 10 % de los residuos.
La futura planta de CSR tendrá capacidad para producir 100.000 toneladas anuales. El problema es que Reciplasa no tiene garantizada una salida comercial para este producto. Este es el motivo por el que se ha paralizado el proyecto, pese a que llegó a colocarse la primera piedra en 2012. El único acuerdo al que ha llegado es con una empresa del sector cerámico ligada a Pamesa dispuesta a asumir más de 20.000 toneladas anuales. Esta firma será pionera en la utilización de CSR para su transformación en gas de síntesis (syngas), obteniendo así una fuente de energía alternativa al gas natural. Reciplasa confía en que no sea la única y la demanda se incremente paulatinamente.
El proyecto de Reciplasa concentra toda el proceso de gestión de los residuos del centro de la provincia en Onda, donde estará la planta de tratamiento, la fábrica de CSR y el vertedero de rechazos. A cambio, el municipio recibe compensaciones y sus vecinos disfrutan de uno de los recibos de basura más económicos.
Por otra parte, excavar un nuevo basurero en Onda acarrea menos molestias para el municipio que la reapertura del de Tales, ya que esta última opción supondría el paso de camiones cargados de basura a través del casco urbano ondense.
