El Ayuntamiento de Castelló reunió a casi un centenar de personas para presentar el proyecto «Castelló, ciudad amigable con las personas mayores», informar sobre el proceso de participación ciudadana que se abre en junio e invitarles a sumarse para lograr que la «ciudad se convierta en un entorno que posibilite a los mayores el desarrollo de todas sus potencialidades», según afirmó la concejala de Gente Mayor, Mary Carmen Ribera.

«Castelló, ciudad amigable con las personas mayores», una red promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra ahora en la primera de las tres fases que contempla el proyecto. «En esta primera fase, denominada de planificación, es imprescindible involucrar a las personas mayores y otros agentes sociales para diagnosticar cuál es la adaptación de la ciudad a las personas mayores», según explicó la concejala. Una vez completada esta diagnosis se elaborará un plan de acción para ejecutar en la segunda fase y se identificarán los indicadores que permitirán evaluar el resultado del proyecto en una tercera fase.

Implicación local

El proyecto se desarrolla en colaboración con la Universitat Jaume I a través de la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad, dirigida por Carmen Lázaro; el Observatorio Permanente de la Inmigración, representado por Mar Valero, y de los profesores de Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología Antonio Caballer, Raquel Flores y Ana Alarcón junto a un grupo de estudiantes. La UJI ya ha realizado 214 encuestas que aportarán datos cuantitativos al proceso de participación que se abre ahora.

Ribera defendió que la red de ciudades amigables con las personas mayores, a la que están adheridas 287 de 33 países, «nace de la necesidad de afrontar la transformación demográfica que se está viviendo en la actualidad y garantizar una óptima calidad de vida a todos los habitantes. Porque una ciudad amigable tiene que serlo para todas las edades».

La participación en este diagnóstico de situación se canalizará a través de 12 grupos focales que arrancarán el próximo mes de junio y cuya composición, al igual que toda la metodología aplicada, se ha realizado teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS a través del denominado protocolo de Vancouver. «Se trata de grupos de discusión mediante los cuales se recogerán las experiencias, aportaciones y sugerencias de las personas mayores y colectivos representados, lo que aportará la información cualitativa necesaria para elaborar el diagnóstico de evaluación», añadió Ribera.

De los 12 grupos focales, 8 corresponderán a personas mayores, uno de personas cuidadoras; otro de personal de la administración pública; otro de representantes de sectores (empresarios, comerciantes y colegios profesionales) y otro de asociaciones y ONG. En la reunión informativa celebrada ayer participaron asociaciones de mayores de Castelló, de Centre Ciutat Castelló, del Mercado Central; del Colegio de Arquitectos; del Colegio de Ingenieros; Cruz Roja, Cáritas, de la Asociación de Familiares de Alzhéimer; de Cocemfe; de la ONCE, de la Asociación de Sordos de Castelló; de Residencial Azahar; de Residencial Savia; y de Mediterránea Gestión Social y Cultural, S. A.