La comisión de investigación sobre el caso de los supuestos nichos vacíos en el cementerio municipal de la Vall d'Uixó, abierta por el actual equipo de gobierno, sigue avanzando en las averiguaciones para dilucidar si existió trato de favor o no a la hora de adjudicar algunos de estos nichos y para ello, como avanzó ayer el primer teniente de alcalde, Antoni Llorente, «se va a llamar a declarar al concejal del PP, Óscar Clavell, para conocer su versión, porque esta supuesta situación se dio mientras era alcalde».

Lo cierto es que ayer por la tarde el aludido afirmó no haber recibido «ninguna citación» asegurando que no sabía «nada al respecto», aunque sí que confirmó que dos compañeras del Partido Popular, Olga Salvador y Sara García, así como algunos trabajadores municipales ya habían declarado. El portavoz del equipo de gobierno, Antoni Llorente, explicó que las dos concejales «han afirmado que no saben nada».

Preguntado sobre el fondo de la cuestión, Óscar Clavell siguió manteniendo su determinación de «respetar el expediente averiguatorio», llegando incluso a criticar al primer teniente de alcalde por estar dando «información reservada de un expediente abierto, algo que me parece muy fuerte». Desde el punto de vista de Clavell «las cosas se deben decir donde se han de decir, hay que respetar las fórmulas legales». De este modo, se negó una vez más a dar detalles sobre los hechos porque, a su modo de ver «estoy haciendo lo que hay que hacer, esa es la diferencia. Porque ellos hagan las cosas mal no quiere decir que yo tenga que hacer lo mismo. Voy a respetar los caminos legales». Clavell añadió que no no sabe la línea de investigación que se está llevando a cabo y por ese motivo, de momento, no va a dar explicaciones.

La comisión de investigación pretende determinar si el anterior alcalde autorizó saltar varios nichos para que algún vecino concreto pudiera ser enterrado en un lugar preferente, saltando el orden establecido en la ordenanza municipal.

Tapar nichos sin estar ocupados

Para esconder lo que se entendería como un trato de favor, se habría recurrido a tapar al menos dos de los nichos sin que estuvieran ocupados. Este sería el caso del que está cubierto con una lápida que incluso lleva un nombre inscrito, Aitor Iureta, un nombre que «no aparece ni ha aparecido nunca en los censos del Instituto Nacional de Estadística (INE)», aseguró Llorente. El segundo nicho afectado solo estaría tapado, sin nombre ni señas, pero como se sospecha a partir de la consulta de los registros del cementerio y las declaraciones de trabajadores municipales, podría estar vacío.

Antoni Llorente aportó ayer más detalles sobre la investigación que se está realizando, como que tras revisar el libro de registro de los niños «en el caso de Aitor Iureta se puede ver claramente cómo ponía que estaba vacío y después se tachó con típex y se escribió el nombre falso». Además confirmó que las declaraciones de los operarios del cementerio «sí que apuntan a que fue Óscar Clavell quien ordenó estas presuntas irregularidades».

El objetivo del equipo de gobierno de la Vall d'Uixó es conseguir la información necesaria para solicitar la apertura de los nichos supuestamente vacíos, algo que la ley no autoriza hasta después de al menos cinco años de que se realice la sepultura. Además, como informó ayer el edil Antoni Llorente, en cuanto se cierre el expediente se trasladará la información a la Fiscalía «para que evalúe cuáles son las posibles irregularidades que se han podido cometer y si pueden tener alguna consecuencia jurídica».