Alejandro Martínez Gallo, León 1962, es el autor de la novela «La muerte abrió la leyenda» con la que ha recibido el premio Letras del Mediterráneo que busca potenciar el turismo en la provincia a través de la literatura. Martínez Gallo compagina la carrera literaria con la de comisario-jefe de la Policía Local de Gijón.

¿Cómo nació «La muerte abrió la leyenda»?

Quería hablar de Amado Granell, ese castellonense nacido en Borriana que fue un héroe de la II Guerra Mundial. Fue teniente de La Nueve, la mítica compañía de la División Leclerc y la primera en penetrar las líneas alemanas y entrar en París, abriendo brecha en las defensas de la Werhmacht. Un héroe al que el gobierno de Francia le concedió la distinción de Oficial de la Legión de Honor. Sin embargo, no me interesaba tanto su gesta -que ya había narrado Basilio Trilles en «El español de la foto de París» y yo había investigado para mi obra «Morir bajo dos banderas»- como su enigmática muerte. Aparentemente falleció en un accidente de tráfico cerca de Sueca, pero el coronel Raymond Dronne, a la sazón diputado en la Asamblea Nacional francesa en esos años, defendió siempre que sobre la chapa del coche había trazadas de bala. Ese enigma era el que me interesaba.

Uno de los requisitos del certamen era que parte de la trama transcurriese en la provincia de Castelló, ¿conocía esta zona?

Si, ya la conocía. En concreto, hace años, el Instituto Vicent Castell i Domènech me invitó a una charla con sus alumnos sobre novela negra y a presentar una de mis novelas. Luego colaboré con ellos en el volumen que editaron para conmemorar sus 25 años en el curso 2009/10. A lo que añado que desde sus inicios he estado presente como invitado en el festival literario de Castelló Negre. Incluso participé hace unos años con una ponencia en la Universidad Jaume I.

¿Qué le reporta haber participado en este concurso?

Una experiencia muy positiva, pues considero que la iniciativa de Conselleria de Cultura de la Diputación de Castelló de usar la cultura, en este caso el soporte de la literatura, para promocionar la provincia es novedoso y muy positivo.

¿Cómo fue el proceso de escritura?

La novela se desarrolla en Castelló en 1972, con lo que mi conocimiento de la ciudad y la provincia en la actualidad era insuficiente para emprender esa aventura. Tenía que sumergirme en su historia, sus calles, sus gentes, sus costumbres. Para ello tuve la suerte de contar con el asesoramiento de los historiadores y hermanos, Francesc y Pasqual Mezquita, así como la inestimable aportación de Joan Xipell y Ferrán Sanchis.

Para finalizar, ¿posibilidad de segundas partes?

La novela representa el primer caso de uno de mis personajes fetiches, el comisario Gorgonio. Así que en la medida que continué con sus aventuras, continuará la novela.