Los vecinos de Vila-real siguen confiando en el partido de Mariano Rajoy pese a ser una localidad que en las elecciones municipales de hace un año le diese la mayoría absoluta al socialista José Benlloch. A pesar del desgaste en el gobierno y los casos de corrupción que han asaltado al PP en la Comunitat Valenciana, el Partido Popular dio ayer un nuevo paso hacia adelante en la segunda localidad de la provincia al ser la fuerza más votada y mejorar la situación respecto a diciembre de 2015. Si hay que hablar de algún fracaso, ese sería sin duda el de la coalición de 'A la Valenciana', que pese a reunir en una misma papeleta los votos de Compromís, Podemos y Esquerra Unida ha sumado 1.300 votos menos que en diciembre, un dato sin duda para la reflexión.

Los datos, con el 100 por cien escrutado, no dejan lugar a la duda: el PP ha conseguido 8.279 votos, que son 677 más que hace medio año. Eso supone el 32,10 por ciento del total, que son cuatro puntos más en relación al anterior proceso electoral y que sitúan a los populares siete puntos por encima de 'A la Valenciana'.

La formación liderada a nivel nacional por Pablo Iglesias ha pinchado en la ciudad azulejera, quedándose con 6.454 votos, que son 500 menos que cuando fueron Compromís y Podemos sin Esquerra Unida el 26D. El dato es relevante porque si la coalición de izquierdas se quedó a menos de 700 votos del PP hace seis meses, ahora la distancia entre ambos ha aumentado a más de 1.800, y eso que han sumado los votos de Esquerra Unida.

El PSPV no está tampoco para mucha fiesta pese a tener sin duda la sensación de haber salvado los muebles. Pese a que las encuestas auguraban lo peor para los socialistas, lo cierto es que sus votantes se han mantenido fieles y, de los 5.976 del 20D han bajado sensiblemente hasta los 5.938, lo que supone 36 votos menos aunque, curiosamente, es casi un punto más de apoyos. Entre los derrotados de la jornada está la formación naranja de Albert Rivera, que pasa de 4.390 a 4.091, quedando como cuarta fuerza.

Lo que queda retratado en los resultados en la ciudad, pese a bajar la participación en tres puntos (del 75,78 al 72,83) es que Vila-real ha sido y vuelve a ser votante del Partido Popular en las elecciones generales. Pese a que se esperaba una caída en los apoyos, ha sido capaz de ser la primera fuerza en la ciudad azulejera y de mejorar incluso los resultados de hace solo seis meses.

Lo llamativo en este caso es que estemos hablando de un municipio que a nivel local es votante socialista ya que José Benlloch gobierna con mayoría absoluta desde junio de 2015 y ya había sido el alcalde los cuatro años anteriores en coalición con Compromís.

Del resto de partidos políticos, se da el dato curioso de que el partido animalista Pacma se convierte en la quinta fuerza política de Vila-real con 314 votos, por delante de CCD Fe de las Jons, PCPE o Recortes Cero. Para encontrar a UPyD nos tenemos que ir al décimo lugar con 56 votos, 117 menos que el 26D.