El Consorcio del Mijares ha aconsejado no pescar en la desembocadura del río durante la reproducción de las aves para no molestar a los cientos de animales que crían en el paisaje protegido durante la primavera y parte del verano.

Cientos de aves acuáticas o ligadas a los humedales eligen la tranquilidad de la desembocadura del río Mijares para llevar adelante su descendencia durante los meses de primavera y verano, según informa el Consorcio, responsable de velar por la protección del paraje.

Así, destacan la importancia que tiene para el futuro de muchas especies de aves el éxito de la reproducción, por lo que han considerado muy importante no causar molestias durante el delicado período de la nidificación.

De esta manera, el organismo responsable de velar por la conservación de esta zona húmeda aconseja dejar de hacer algunas actividades para no molestar a la avifauna. Estas son la pesca continental en las balsas que se forman en el lecho del río, la práctica del senderismo y de la bicicleta de cross por fuera de las rutas señaladas o la fotografía de naturaleza, entre otros.

El tramo final del río Mijares, entre las poblaciones de Vila-real, Borriana y Almassora, atesora una relevante importancia ecológica debido a varios factores como por ejemplo la formación de lagunas poco profundas ricas en vegetación acuática y subacuática y la presencia, más o menos constante, de agua.

Estas características permiten la llegada y la continuidad de decenas de aves como anátidas, garzas, gaviotas, limícolas y pequeños pájaros habitantes de zonas húmedas.

A partir de la primavera y hasta bien entrada la estación estival muchas de estas aves aprovechan la tranquilidad que les ofrece el paraje del Mijares para reproducirse.