Una reproducción en el incendio de Artana, concretamente en el flanco de Tales, ha obligado esta tarde a desplazarse hasta la zona y participar en las labores de extinción a tres aviones airtractor y dos helicópteros. Por suerte, por la noche ya no había llama en la zona.

El incendio declarado el pasado lunes en Artana es ya el más grave ocurrido en la provincia desde 2012 -año en el que la comarca del Alto Palancia fue alcanzada por el fuego de Andilla-. La superficie quemada en la Serra d'Espadà supera a la de todos los incendios registrados en la provincia en los últimos tres años. Según los datos facilitados desde la conselleria de Medio Ambiente, las llamas han calcinado más de 1.600 hectáreas de superficie forestal de Espadà, una cifra que supera la registrada en los años 2015, 2014 y 2013, y que suman poco más de mil hectáreas.

Según los datos de un informe elaborado por el Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana, de 2013 a 2015 hubo un total de 279 incendios que afectaron a una superficie de 1.182 hectáreas. Este año, solamente con el incendio de Artana se han alcanzado las 1.600 hectáreas. El incendio más importante de 2015 fue el ocurrido en Montán, en el mes de julio, cuando las llamas arrasaron 440 hectáreas de masa forestal. Ese mismo año, en mayo, ardían 40 hectáreas de la Sierra Calderona y dos hectáreas en la partida la Creueta de la Vall d'Uixó. El resto de hectáreas (8) corresponden a pequeñas quemas.

En 2014 hubo 125 incendios con una afección a 438,95 hectáreas. El más destacado fue el ocurrido en el monte Zamora de la Vall d'Uixó donde ardieron 169 hectáreas y se desalojaron a 60 personas de las urbanizaciones más cercanas. Por último, en 2013 hubo 72 incendios, sumando una superficie afectada de 254,90 hectáreas. Aquel año fueron todo pequeñas quemas.

La provincia de Castelló cuenta con una superficie forestal de 423.113 hectáreas de las que 270.718 son arboladas y 152.395 son desarboladas, y supone el 34 por ciento de toda la superficie forestal de la Comunitat Valenciana.

En cuanto a la situación en la que se encuentra el incendio de Artana, desde el Puesto de Mando Avanzado del Consorcio Provincial de Bomberos se informó ayer de que el fuego se dio por estabilizado. Durante la tercera noche de incendio se siguió trabajando sin descanso y la evolución fue favorable. Las revisiones de la mañana detectaron algún punto caliente, pero se logró contener en todos los casos.

Por ello, alrededor de las 12.00 horas de ayer el incendio se dio por estabilizado, el paso previo a poder ser controlado.

Mientras continuaba trabajando un dispositivo de cerca de un centenar de efectivos coordinados por el Consorcio Provincial de Bomberos. Cabe recordar que el dispositivo ha llegado a alcanzar estos días las 500 personas y los 30 medios aéreos en los peores momentos del incendio.

Por su parte, el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, se mostró «muy optimista» e indicó que se procederá a reducir la presencia de operativos y seguir refrescando el perímetro.

Evitar rebrotes

No obstante, matizó que se estará presencialmente varios días «porque estamos ante un aumento de temperaturas el próximo fin de semana y hay que ser muy cautelosos, porque se puede producir cualquier rebrote». Asimismo, añadió que la dificultad orográfica requiere una acción presencial «tanto con los medios aéreos como con los terrestres».

Respecto a la investigación de las causas del incendio, Ángel explicó que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y agentes medioambientales harán un diagnóstico, «y lo demás son conjeturas». La principal hipótesis que se baraja es la quema incontrolada de rastrojos en una granja cercana.

El fuego se inició el lunes y durante tres días ha calcinado 1.600 hectáreas de la Serra d'Espadà, de las que la mitad se encuentran en un lateral del parque natural, aunque no ha alcanzando el corazón del paraje protegido. Hasta el momento, el incendio no ha obligado a ningún desalojo ni corte de carretera y cinco bomberos han tenido que ser atendidos por contusiones e inhalación de humo.