La incorporación de Alexandre Pato al Villarreal es la gran incógnita del submarino para la próxima temporada. El delantero brasileño es un jugador de calidad probada que ya ha demostrado, sobre todo durante sus primeros años en el Milan, que puede competir al máximo nivel. Pero su propensión a las lesiones musculares y unas últimas temporadas en las que su rendimiento ha estado por debajo de lo esperado pueden hacer dudar que el ex del Corinthians vaya a estar a la altura del reto que supone formar parte de una plantilla que está a dos partidos de disputar la Champions League.

La trayectoria del brasileño, repleta de altibajos en las pasadas campañas y en la que el aspecto físico siempre ha tenido relevancia en el mal sentido, obliga al Villarreal a centrarse en recuperar al atacante para que sea una alternativa real a Bakambu y Soldado en el juego ofensivo del conjunto amarillo. De hecho, en los últimos tres años, sólo ha podido recuperar en parte su mejor nivel en su país. Pero, a sus 26 años, todavía se encuentra a tiempo de mostrar su versión más destacada y El Madrigal, con experiencia en reivindicar jugadores en momentos bajos de su trayectoria, se antoja como el lugar perfecto.

De hecho, Pato viene de jugar sólo dos partidos oficiales desde enero. Su cesión desde el Corinthians hasta el Chelsea de Guus Hiddink, concretada en el pasado mercado de invierno, se saldó con la disputa de dos encuentros en la Premier League y un tanto de penalti contra el Aston Villa.

En casa, en Brasil, Pato es donde ha conseguido recuperar la continuidad y el olfato goleador en las últimas temporadas. Recaló en Corinthians en 2013 y estuvo cedido en Sao Paulo en 2014 y 2015. En esos años, entre campeonatos nacionales, estatales, coperos e internacionales, el jugador de Pato Branco disputó 160 partidos y consiguió 55 tantos.

Pero la exigencia de los torneos brasileños no es la misma que el de la Liga española y, mucho menos, la de la Champions League. Por eso, desde el Villarreal, una de las máximas prioridades es conseguir que el nuevo jugador amarillo recupere su carácter competitivo y pueda codearse con los mejores atacantes que militan en el fútbol español.

Casos anteriores

No sería la primera vez que el Villarreal obrara el milagro y lograra convertir en referentes a jugadores que parecía imposible que recuperaran su mejor nivel. En la actual plantilla amarilla, Víctor Ruiz y Sergio Asenjo son los dos casos más claros. El central catalán, tras su salida por la puerta de atrás del Valencia, se ha destacado como uno de los mejores centrales nacionales de la Liga. Por su parte, el portero palentino, antes de su grave lesión de rodilla (la tercera de su carrera), había logrado ser convocado por Vicente del Bosque para jugar con la selección española.

Dentro de esta nómina se pueden incluir hombres como Juan Román Riquelme o Diego Forlán. Tanto el argentino como el uruguayo, tras su paso por el Barcelona y el Manchester United respectivamente, lograron recuperar su mejor nivel en el Villarreal y fueron artífices de algunos de los mayores éxitos de las historia amarilla. El primero guió al equipo a las semfinales de Champions y el segundo fue pichici con la camiseta castellonense.