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Castelló y sus empresas

Embutidos flor: del campo a la mesa

La firma, con sede en Villahermosa del Río, ha desarrollado un modelo de negocio propio que abarca todas las fases del proceso productivo, desde la crianza de los animales a la venta final en su propia red de tiendas.

Embutidos flor: del campo a la mesa

Ubicada en las faldas del Parque Natural del Penyagolosa, en Villahermosa del Río, la finca Casa Vivas es la cuna de Embutidos Flor, una de las firmas más emblemáticas del sector cárnico en la provincia. Con más de 60 años de experiencia en la cría del ganado porcino y la elaboración y venta de productos derivados del cerdo, la firma ha desarrollado un modelo de negocio propio que incluye todas las fases del proceso productivo, desde la cría del ganado porcino, tanto Duroc como Ibérico, hasta la venta final del producto en su propia red de tiendas. Un proceso que les permite cuidar al máximo la garantía y calidad de todos sus productos.

«En la granja criamos a nuestros cerdos de línea Duroc y de línea Ibérica, adaptando cada espacio de las instalaciones a las distintas fases del desarrollo de nuestros ejemplares», explicaron desde Embutidos Flor. Entre las peculiaridades del proceso de crianza que siguen para su ganado porcino, destacaron que «nuestros cerdos ibéricos son puestos en libertad a los dos meses para disfrutar de su vida al aire libre en los parques del Penyagolosa, donde se alimentan de bellotas y pastos entre los encinares mediterráneos, unos paseos en medio de la naturaleza que les llenan de fuerza y salud». Además de priorizar la crianza al aire libre, en su explotación Embutidos Flor dispone también de campos de cereales y de una fábrica de piensos vegetales para poder proporcionar a sus cerdos una alimentación muy natural, rica en minerales y vitaminas. El objetivo es conseguir un producto de primera calidad.

Matadero y fábrica

La empresa también cuenta con sus propias instalaciones de matadero y fábrica. Por un lado, en el matadero todos los procesos se llevan a cabo bajo estrictos controles veterinarios y de trazabilidad.En cuanto a la fábrica, Embutidos Flor elabora una amplia variedad de productos derivados del cerdo, desde jamones a fiambres, pasando por diferentes tipos de embutidos y producto fresco.

Para ello, utilizan las recetas más tradicionales a base de especias naturales. Ello permite dar a todos sus productos un toque especial y característico, muy apreciado por los clientes.

Antes de llegar a los mostradores de la red de tiendas de la firma, tanto los embutidos como los jamones pasan por los secaderos de que dispone Embutidos Flor. Allí se someten a las condiciones de temperatura y humedad necesarias para alcanzar su punto ideal.

En el caso de los jamones, el secadero se ubica a 1.500 metro de altura. Las piezas van adquiriendo allí la textura, el aroma y el sabor que los hacen inconfundibles al paladar, a través de un proceso de maduración que va desde los 14 meses para el jamón curado hasta los tres años en el caso del jamón ibérico. El resultado final es un producto que supone todo un lujo para los sentidos y que llega a los clientes de la forma más familiar y directa posible: a través de la amplia red de tiendas de que dispone la compañía. Allí el consumidor puede encontrar toda la gama que Embutidos Flor traslada de la naturaleza a la mesa.

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