Varios vocales críticos al presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido, aplazan su marcha y seguirán en la entidad a pesar de las divergencias existentes. Tras varias semanas meditando, han optado por continuar en el ente festero con el ánimo de participar en la programación de las próximas fiestas de la magdalena.

Los integrantes díscolos se habían marcado la elección de las reinas, que se celebró el pasado viernes, como plazo límite para tomar una decisión al respecto. Sus diferencias con Bellido y su círculo más cercano son casi insalvables, pero después de la designación de las máximas representantes de 2017 han optado por continuar en su puesto. No descartan su renuncia en un futuro si la gestión no pega un giro de 180 grados, pero por ahora aguantarán.

Bellido obtiene algo de oxígeno después cinco meses en los que la gestión de la Junta ha estado protagonizada por divisiones internas, enfrentamientos con el ayuntamiento y una denuncia de una funcionaria del Patronat Municipal de Festes. El momento álgido de la confrontación entre el consistorio y Junta llegó en julio cuando el consistorio hizo público un desfase de 255.000 euros del que responsabilizó a la Junta. El día 7 de ese mismo mes, Bellido afrontó un juicio por una denuncia de una funcionaria por presuntas amenazas, en las que además de negar tales palabras señaló que la concejal de Fiestas, Sara Usó, le tenía animadversión y que la demanda respondía a una especie de estrategia para tirarlo.

A final de julio, ambas partes optaron por apartar sus diferencias públicamente, mientras Bellido veía garantizada su continuidad al quedar exculpado de la denuncia. El Patronat confirmó la semana pasada la propuesta de destitución de los contrarios más significados contra Bellido y que había propuesta este último: José Miguel Rebollo y Ana Alegre.

Bellido ha impulsado una remodelación en la que ascienden a las vicepresidencias Lidón Barberá y Fernando Torrent, dos personas con el fin de conseguir una estabilidad interna.

Pero el bando crítico asegura que con Bellido de presidente los problemas volverán a surgir más tarde o más temprano.

Por su parte, el ayuntamiento ya anunció en el último pleno de julio que dotará con los medios necesarios al Patronat para evitar los desajustes económicos de este año, es decir, reforzará el control económico en la Junta, cuyo papel se limitará a proponer propuestas de programación de acuerdo con el presupuesto festero.