El Hospital Provincial retomó ayer las operaciones tras constatar la efectividad de las fumigaciones realizadas en el único quirófano hábil, donde se detectaron moscas. La práctica quirúrgica en el centro durante agosto queda a expensas de que no se reproduzca el problema. En caso de que así fuera, las operaciones se suspenderían hasta final de mes, cuando está previsto reabrir cuatro de los siete quirófanos en obras.

Como ha venido informando este diario, el hospital castellonense ha vivido una situación inédita esta semana, ya que se ha quedado sin ninguna sala de operaciones. Las reformas en el área quirúrgica, para adaptarla a la nueva normativa, han inutilizado siete de los ocho quirófanos hasta final de mes. Únicamente se dejó operativa una sala, donde aparecieron unas pequeñas moscas, por lo que hubo que cerrarla.

Durante dos días se realizó un tratamiento para erradicar los insectos, que no han vuelto a aparecer, según se pudo comprobar ayer. Como consecuencia, se reanudó la actividad quirúrgica, cuya continuidad queda a expensas de que las moscas no reaparezcan en el único quirófano hábil. Algo que no se puede garantizar, ya que la presencia de insectos en esta sala viene de lejos y se repite con cierta periodicidad.

Desde la dirección del hospital ya han dado órdenes de que si vuelve suceder se clausure el quirófano y se interrumpa la actividad quirúrgica hasta finales de mes. En caso de urgencia, habría que derivar a los pacientes al Hospital General.

Malestar

La situación vivida esta semana ha sido objeto de críticas. Desde CCOO, el sindicato mayoritario, apuntan a la dirección médica del hospital por la programación que ha hecho de los quirófanos, cerrando siete de golpe y dejando uno solo operativo. El episodio de las moscas ha obligado a clausurarlo, provocando el aplazamiento de las operaciones programadas para los primeros días de la semana.