El ex entrenador del Villarreal Marcelino García Toral ha mostrado su gratitud al club a través de una carta en la que agradece al presidente Fernando Roig, a la plantilla del club y a su afición el trato recibido durante las tres últimas temporadas. El técnico asturiano fue destituido como entrenador del equipo amarillo en la noche del miércoles y ha sido relevado por Fran Escribá cuando quedaba una semana para el encuentro de ida de la fase previa de la Liga de Campeones ante el Mónaco. El submarino se juega en esta eliminatoria su presencia en la fase de grupos del máximo torneo continental. Junto a Marcelino, han abandonado el club los técnicos Rubén Uría e Ismael Fernández, sus colaboradores más cercanos.

«No me gustaría cerrar esta etapa tan bonita e importante en mi trayectoria como entrenador, sin despedirme de todas aquellas personas que nos habéis acompañado en estos años inolvidables», indica el entrenador en su carta de despedida como entrenador del Villarreal.

«En primer lugar queremos dar las gracias a su presidente Fernando Roig, su consejero delegado Fernando Roig Negueroles y su vicepresidente Jose Manuel Llaneza y al resto de consejeros por haber confiado en nosotros para dirigir este gran club», prosigue el técnico asturiano. También muestra una gratitud «especial» a todos los jugadores a los que han dirigido durante estas tres temporadas y media, «sin los cuales hubiera sido imposible lograr los éxitos alcanzados».

«Queremos hacer extensivo nuestro agradecimiento a nuestros compañeros del cuerpo técnico, así como a todos y cada uno de los empleados del Villarreal CF que con su dedicación y esfuerzo diario han colaborado a este logro», añade Marcelino en su escrito.

En su carta recalca que él y sus colaboradores se marchan «orgullosos» por todas las metas deportivas alcanzadas, tras comenzar la aventura en Segunda División y finalizarla con el equipo a las puertas de jugar la máxima competición europea.

«Por último, no podríamos olvidarnos de la afición, por el respeto y cariño que desde el día que llegamos siempre mostró hacia nosotros y que con su incondicional apoyo nos hizo sentir como en nuestra propia casa. Sin vosotros nada de esto hubiera sido posible. El Madrigal siempre será un lugar especial para nosotros», señala. Cierra la carta con un «Endavant» y un fuerte abrazo a dirigentes.