Un verano más, las necesidades hídricas acucian a los municipios del norte de Castelló, que siguen a la espera de una solución definitiva a sus problemas de escasez. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) todavía no ha ejecutado ninguna de las inversiones multimillonarias publicitadas hace más de dos años y que debían asegurar un suministro estable.

Benafigos ha tenido que recurrir de nuevo a camiones cuba para abastecerse de agua y en las próximas semanas otros municipios podrían seguir el mismo camino, como Vilafranca y Ares del Maestre. La necesidad se acentúa en estas fechas por la afluencia de veraneantes, que disparan el consumo en localidades con los recursos muy justos.

El Alt Maestrat y Els Ports son las comarcas con más problemas hídricos. Los municipios siguen esperando las inversiones anunciadas por la CHE, que en el nuevo plan de cuenca incluye una reserva hídrica de 10 hectómetros cúbicos de agua para la provincia e inversiones de 22,5 millones de euros. Por primera vez, la CHE reconoció el derecho de los municipios del norte de Castelló a disfrutar del agua del Ebro por la aportación de caudales a través del río Bergantes. Las gestiones del presidente de la diputación, Javier Moliner, le llevaron a anunciar una inversión inicial de más de tres millones de euros para canalizaciones, balsas, sondeos y equipamiento de pozos, con el objetivo de garantizar el abastecimiento de agua en una de las zonas de la provincia que más sufre los efectos de la sequía.

Los alcaldes se quejan de que las obras que contempla el plan de cuenca del Ebro siguen sin materializarse. En una reunión con el presidente de la CHE se abordó la construcción de cuatro balsas de almacenamiento, que aprovecharán aguas superficiales de barrancos y servirán tanto para mejorar el suministro de agua a la ganadería como a la población. Nada se ha hecho al respecto.

Los proyectos publicitados siguen sobre el papel sin que se haya impulsado ninguna obra. Los alcaldes señalan que de poco sirve que el nuevo plan de cuenca del Ebro garantice una reserva de 10 hectómetros cúbicos si no se ejecutan las infraestructuras. Mientras tanto, el agua del río Bergantes sigue discurriendo por tierras castellonenses sin que se pueda aprovechar.