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Práctica temeraria

Baños al borde de la muerte

La muerte de un joven de 19 años en el Millars pone en el punto de mira otros lugares donde se hace caso omiso a las señales

Rescate del joven ahogado en Vila-real

Rescate del joven ahogado en Vila-real

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Rescate del joven ahogado en Vila-real M. MIRA / N. VERNET | CASTELLÓ

La muerte del joven de Nules ahogado en el Millars es consecuencia de una práctica temeraria que se repite cada verano, como son los baños en zonas peligrosas. El azud del río que discurre por Almassora y Vila-real no es el único enclave donde grupos de bañistas se zambullen haciendo caso a las señales de peligro. Hay otros parajes con desniveles, corrientes subacuáticos o acantilados en los que los más osados desafían a la naturaleza. Hace pocos meses, un joven perdía la vida en el conocido Assut de Antella, donde diariamente acuden decenas de personas a sumergirse en sus corrientes pese a tratarse de una zona en la que está prohibido el baño.

La zona de Els Matxos, del Millars, donde falleció anteayer el joven de 19 años de Nules, no es un lugar indicado para disfrutar de un baño. Tanto es así que desde hace años varios carteles advierten de la peligrosidad de adentrarse en el agua en esta zona con desniveles y donde, posiblemente, se acumula el mayor caudal, tal como explicó ayer el primer teniente de alcalde, Pasqual Batalla.

Para dificultar el acceso a este punto, en el camino hay una valla y un cartel que indica que está prohibido el paso. De manera que la persona que pasa, sabe que comete una imprudencia. Además, subrayó Batalla, «la Policía vigila la zona, pero no podemos tener un agente de forma permanente».

Por todo ello, solo queda apelar a la responsabilidad de la gente. «Es lo mismo que pasa en la playa, cuando se pone la bandera roja pero hay personas que entran igual en el mar», explicó el portavoz municipal.

«El fondo del río no es firme, más bien al contrario, es inestable, hay cañizo, vegetación, pero sobre todo muchas corrientes que no se aprecian en superficie», concluyó Pasqual Batalla.

El embalse de Ulldecona

El puente de la CV-105 que va de la Sénia al puerto de Torremiró, sobre el embalse de Ulldecona, en el término de la Pobla de Benifassà, es otro de los puntos donde se realizan este tipo de prácticas peligrosas. También en la Torre Colomera, ubicada en el entorno de la Renegà y la Ruta Verde en el municipio de Orpesa, se han detectado saltos al mar desde los salientes rocosos que rodean este Bien de Interés Cultural (BIC).

Por otro lado, grupos de jóvenes acuden esporádicamente al paraje natural del Molí de la Font de Castelló a bañarse, ignorando las indicaciones. El enclave está cercado y varios carteles advierten de que el baño no está permitido por tratarse de una zona protegida y porque no hay vigilancia. El pasado verano, el ayuntamiento reforzó el vallado y se incrementó la presencia policial para disuadir a los bañistas.

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