Tras diez años de aulas prefabricadas, el pasado mes de junio el Consell daba luz verde a las obras del colegio Regina Violant de Almassora, que a día de hoy continúan realizando avances. Los técnicos del ayuntamiento del municipio, equipo que conforma la dirección de obra del centro, han presentado la primera certificación de los trabajos, correspondiente al mes de julio.

Según se muestra en el informe de certificación, más del 75% de los trabajos ejecutados durante este mes se han centrado en la demolición de los restos del antiguo campo de fútbol de La Garrofera, con el objetivo de poder iniciar la construcción del centro educativo. Estas intervenciones se han complementado con el movimiento de tierras, la urbanización de los patios, la gestión de residuos y seguridad y salud.

De esta forma, el presupuesto de la obra ejecutada hasta el momento supera los 105.00 euros, que tendrá que pagar la Conselleria de Educación en un plazo máximo de un mes a la empresa constructora. Cabe recordar que el presupuesto total asciende a 5.169.399,62 euros.

La concejala de Educación, María José Tormo, quiso destacar la importancia de la realización de estas obras, así como su emoción a nivel personal, sintiéndose «orgullosísima». «A nivel educativo, su interés es inimaginable, porque estos niños nunca debieron estar en barracones», indicó.

Por su parte, la alcaldesa del municipio, Susanna Nicolau, y la edil responsable del área, señalaron que la Conselleria de Educación recibirá por registro la presente certificación, firmada por los técnicos locales, con el fin de que la institución autonómica satisfaga la primera cuota a la empresa constructora del colegio.

Plazo total de 18 meses

Estas obras, que en la actualidad se centran en movimientos de tierras para poder iniciar las excavaciones de los cimientos del futuro colegio, cuentan con un plazo de 18 meses, lo que se traduce en un total de 391 días hábiles de trabajo, consensuados por la firma, el Ayuntamiento de Almassora y la Conselleria de Educación.

De esta forma, la construcción de este centro, que pone fin a las aulas prefabricadas instaladas por primera vez en el verano de 2006, se mantiene dentro del ritmo del cronograma fijado. Así, todo apunta a que las certificaciones de obra mensuales podrán validar el correcto desarrollo de las actuaciones y la ausencia de retrasos en el proyecto.

Ha sido un proceso largo y de lucha constante para conseguir la construcción de este centro, en el que desde la concejalía de Educación de Almassora se destacó que los padres de los alumnos «jamás creían que ese colegio se iba a hacer».

Sin embargo, esta creencia desapareció a principios del pasado mes de julio cuando, por fin, se inició el vallado del perímetro y que dotará al colegio Regina Violant de Almassora de una estructura compuesta por tres líneas educativas formadas por un total de nueve unidades de infantil, dieciocho de primaria y también contará con un comedor escolar.