Pese a jugar infiltrado para superar sus dolencias en el lumbago, Bruno Soriano fue en Mónaco, como en el partido de ida, uno de los más destacados del Villarreal, que no pudo evitar su eliminación en la previa de la Liga de Campeones. La doble derrota ante el Mónaco relega a los amarillos a la Liga Europa, y supone, como renoció el capitán amarillo, «un palo duro para todos». El curso ha comenzado convulso en Vila-real con la destitución de Marcelino García Toral, la plaga de lesiones y la eliminación del pasado martes. Pese a ello y pese a no disimular la tristeza, el de Artana insta a sus compañeros a «seguir compitiendo con ganas e ilusión».

El domingo la Liga llega a El Madrigal con un atractivo con el Sevilla. Antes, los amarillos conocerán mañana sus rivales en la fase de grupos de la Liga Europa, competición en la que buscarán superar el hito de la semifinal del curso pasado. Bruno se esforzó por mirar el lado positivo del asunto. «A pesar de ser una gran decepción no debe generar tanto pesimismo, es momento de pensar en lo que está por venir, en recuperarnos y en mejorar. Hay que centrarse en el próximo partido».

Mal momento

Respecto al anterior envite, Bruno Soriano comentó que es posible que «la eliminatoria no haya llegado en el mejor momento», al admitir que «han pasado muchas cosas y todas ellas malas para el equipo, que han dejado al equipo tocado y sin jugadores claves de cara a un momento tan clave».

Respecto al partido jugado en Mónaco, apuntaba que «puede que no estuviéramos lo bien que esperábamos, pero tampoco hemos tenido fortuna. Hubo un par de jugadas al final de la primera parte que pudieron decantar el partido». Fue el propio Bruno quien plantó, con un pase profundo, a Santos Borré frente al meta local, en la ocasión más clara de los amarillos. No hubo suerte, como en un penalti reclamado en el área del Mónaco pocos instantes después.