Este fin de semana se han puesto en marcha dos de las competiciones oficiales de mayor envergadura: el Interpobles/Edicom de Galotxa y el Diputación de Clubes de Raspall. Hablamos de más de doscientas formaciones y unos mil pelotaris. Y de entre todos ellos, crece de manera exponencial el número de mujeres pelotaris, gracias a esa labor callada pero intensa de cada club y de cada escuela de pelota. Ocho equipos en el torneo de Galotxa, y otros ocho en el torneo de Raspall.

Todo en menos de un lustro. Pasaron los tiempos de heroínas solitarias que se enfrentaban a una costumbre ancestral que vetaba de palabra, «jugues menys que la meua germana?» y de facto, al no considerar la posibilidad de competiciones femeninas.

Trabajo en común

Hoy se trabaja en común, gracias a la implicación de la propia Federació de Pilota Valenciana que ha encontrado en la Diputación de Valencia a una institución decididamente favorable a mejorar el estatus y la consideración del deporte femenino. Los clubes de Borbotó, Meliana, Beniparrell y Tavernes Blanques son hoy, los más dinámicos en esa promoción femenina, sin olvidar Bicorp, donde reside Mar Giménez, una de las mejores jugadoras del continente en la emergente modalidad de One Wall.

El interés por la integración femenina se extiende día a día y cualquier escuela de pilota valenciana que se precie cuidará el alumnado femenino que aporta nuevos ámbitos de difusión de este deporte.