Bigote, gafas, alopecia y carpeta. Frank Castelló desprende un aire académico, de profesor de ciencias. A los jugadores los llama, desde el cariño, chiquitos o melones, y explica con calma e insistencia cómo quiere que juegue su Castellón. De momento, la práctica se está complicando más que la teoría.

Castelló atiende a Levante de Castelló tras el penúltimo entrenamiento de la semana. Sabe que ha perdido a su portero y a su delantero titular para las próximas jornadas, las que quizá determinen su futuro profesional, pero se lo calla. El calor y la humedad son palpables en la Tribuna Baja del estadio. Un operario pasa la máquina que cuida el césped. A lo lejos conversan Matías Martínez, el director general, y Juan Carlos de Celis, uno de los consejeros. Últimamente, al presidente David Cruz se le ve poco por Castalia.

¿Cómo descubre el fútbol?

Como miles de niños, con dos o tres años de edad, dando patadas al balón. Soy de Bocairent, un pueblo pequeño en el que las infraestructuras no existían. Jugábamos en un campito que ni siquiera era rectangular, con piedras, de todo. No sé por qué, pero me gustaba mucho jugar. En mi familia no había tradición futbolística. Mi padre era socio del Valencia, pero no jugaba. De hecho, de seis hermanos solo jugué yo, prácticamente, luego también algo el pequeño. Yo era bajito, un mediocentro que acaparaba mucho balón, un futbolista de toque. Lo típico, este xiquet juga bé, y tal. Con 15 años estaba en el primer equipo del pueblo, en Preferente. No había cadete, no había juvenil. El salto era enorme, aún no había Segunda B y la Preferente era fuerte. De la calle pasabas al fútbol de verdad y no era fácil. Después al llegar al servicio militar vi que no tenía opciones. Estaba lejos de Valencia, lejos de Alicante. Dejé el fútbol, empecé a entrenar chavales, fui sacando los carnets, y hasta hoy.

¿Cómo es esa transición hacia el banquillo?

Con toda la modestia, porque no fui nadie importante, cuando era jugador siempre era ya el que hablaba a los demás. Situar a mis compañeros, corregir durante el partido... era algo que me salía de forma innata. Y entrenador de verdad después me convertí de rebote. Seguía entrenando a niños. Me había ido a Villena y ahí jugaba el hijo de Luiche, a principios de los noventa. Yo trabajaba de una manera algo diferente. Los entrenamientos que había vivido como futbolista no tenían nada que ver, era otro fútbol. Venía de que me dijeran que el balón era una bola de fuego que quemaba. Yo introduzco allí ejercicios de posesiones, rondos, lo de estirar después de los partidos. Cosas que ahora son normales pero entonces no lo eran. A su hijo aquello le llama la atención y le dice a Luiche, que había terminado su segunda etapa en el Castellón, que viniera a verme entrenar. Viene, le gusta lo que ve y me pide que vaya de segundo entrenador con él al Alcoyano. Aún mantengo la relación y es un fenómeno. Sigue igual de enamorado del fútbol, igual de loco entre comillas (ríe). Como anécdota te diré que en mi pueblo hay cien fuentes, es conocido por eso, y cada semana coge el coche y viene a por agua.

Luiche le introduce en un nivel superior.

Sí, a partir del Alcoyano la cosa cambia. Me fui al Ontinyent de segundo con Granero, actual entrenador del filial del Levante. Subimos, y luego también subimos con el Novelda. Ahí me quedo de secretario técnico hasta que en un momento de urgencia, en promoción de descenso, la directiva decide que tengo que coger al equipo. Ganamos la promoción al Avilés y a partir de ahí se me abren puertas. Me saco el título que me faltaba y entreno por mi cuenta.

El objetivo del Castellón, el ascenso, no es nuevo para usted.

El año de Alzira posiblemente fue el mejor: fuimos campeones y ascendimos. Era un buen equipo, gente que aún está por ahí casi una década después. Rifaterra. Ramón, Sergio Heras, Carlitos Martín que fue el que metió el gol del ascenso, Rangel de portero, Amarilla, Edu López€ Los que no hemos jugado en el fútbol profesional lo tenemos más difícil como entrenadores. Hay que ir escalando desde abajo y el ascenso no siempre sirve para consolidarse. Yo subí al Alzira, por ejemplo, y no continué al año siguiente. Pero no es una queja. Es una anécdota. Me he quedado ahí en esa zona. En el Novelda tres veces, en el Ontinyent también, en el Alzira dos€ Esa ha sido mi zona de trabajo.

El Castellón se sale de esa zona.

Este verano me salieron dos opciones. Decidí venir aquí. Siempre piensas en la posibilidad de ayudar a que este equipo vuelva por sus fueros, y participar en ese proyecto. Para los que estamos en el mundillo, es muy difícil aterrizar en un lugar como el Castellón. Se rumoreó dos años atrás, pero no se llegó a plasmar. Este año el ofrecimiento fue serio y firme. Decidí dejar todo y venir aquí. Lejos de entrometerme en la problemática real del club, de la que ni soy responsable ni culpable, solo he venido a ayudar desde mi posición de trabajo, que es la de entrenador. Pienso que el tema deportivo es una de las principales puertas para que esto cambie.

Cada año que pasa en Tercera se complica más todo.

Sé que la paz social ahora apenas existe. Desde nuestra posición queremos que los aficionados nos ayuden, y nosotros hacer que disfruten de buen fútbol. Ellos tienen sus razones para la protesta, pero sería un buen punto de partida separar lo institucional de lo deportivo.

¿Cómo ve al vestuario?

Soy de los que piensa que las grandes cosas se hacen cuidando los pequeños detalles. Intento que mi relación con todo el mundo sea cordial y amable, pero el trabajo dentro del grupo tiene que ser serio. Debemos ser responsables y humildes, tanto aquí en el Castellón como en un equipo de Primera Regional. Este equipo puede crecer y crecerá, aunque debemos saber que el presupuesto de la plantilla este año es la mitad que el pasado. Es un presupuesto modesto. Y el potencial deportivo sí se puede medir desde esos números. Si no hay tanto dinero como otros años, el club tiene que ofrecer otras cosas al aficionado. Si observamos la plantilla, hay muchos jugadores de la provincia o con vínculos en la provincia, y esa puede ser una cosa.

¿Y una plantilla así está capacitada para jugar como usted quiere jugar?

Sé que he optado por el camino más difícil, pero creo que merece la pena. Mi línea es la de tener el balón, dominar y generar ocasiones. Los entrenadores somos conscientes de que la propuesta no se valora. Lo que importa es conseguir los objetivos. Cualquier opción puede ser buena, pero debes elegir. Yo al llegar tengo a los tres delanteros de ahora (Fonte, Yagüe y Pino) con los que estoy contento, y también con Tariq y Antonio. Pero Tariq y Antonio se marchan, por diferentes razones. Y entonces con lo que tengo, incluyendo Castalia, por mi manera de ver el fútbol, considero que tenemos que jugar así. Vengo de hacerlo con la selección valenciana, jugábamos así, y era un equipo que daba gusto verlo. Hemos ensanchado el campo para eso, queremos tratar bien el balón y así podemos conseguir resultados. ¿Se necesita más tiempo? Claro que sí. ¿Nos darán ese tiempo? No te puedo contestar. Sé que si no hay resultados habrá críticas, pero eso va en el sueldo.

¿Le satisface la plantilla?

Estamos contentos: portería, laterales, centrales, mediocentros... En banda quizá con uno más específico en la izquierda€ Tendremos que adaptar a Álex López, aunque viene de jugar de lateral, sus orígenes no lo son. Arriba, el problema no es tanto el estilo sino el acierto. Contra el Novelda, sin crear muchísimas ocasiones, pero la de Fonte en un estado normal va dentro. Nos anulan un gol legal, el de Chema, en una jugaba bien trenzada. Tenemos otra clarísima con Yagüe que no acertamos. Estaban los tres delanteros lesionados, en proceso de recuperación. Me parece excesivo matar a alguien en la segunda o la tercera jornada.

A mí hasta el momento me ha gustado más el equipo con un solo delantero.

Si llegamos muchas veces, con dos delanteros tienes más opciones de remate. Para jugar a la contra o con espacios, mejor uno. A mí me gustaría jugar a menudo con tres atrás, de hecho. En pretemporada ha funcionado y lo veremos más de un partido. Para el primer partido en Castalia, con solo un entrenamiento aquí, lo vi arriesgado, pero es una opción que emplearemos. Te permite mantener los dos delanteros y tener superioridad en el medio.

Al final un equipo es lo que sus centrocampistas son.

Va a ser difícil que utilicemos ahí un mediocentro exclusivamente defensivo. Sí en algunos campos podemos poner ahí a Guille o a Arturo. Tenemos jugadores de diferente porte. A Marenyà no lo voy a descubrir yo: honesto, trabajador, bueno con el balón con los pies. Cualquier entrenador querría salir con 11 Marenyàs. Borja nos va a ayudar muchísimo a jugar como queremos. De adolescente ya tocó Segunda B, tiene una gran calidad, se lesionó€ Va a ser importante. Tenemos también a Armando, Lolo, Marc Albalat€ Cada uno con sus cosas. En el medio estamos más que cubiertos.

Igual sí faltan especialistas. Tanto el 9 del que tanto se habla como un mediocentro más defensivo. Lo que era Carlos López.

Estaría feo que yo te dijese algo malo de los que se han ido. Carlos López ha jugado doce o trece partidos en el Castellón. Y decide, él sabrá por qué, porque yo no lo sé, que este verano se tiene que ir sí o sí. No es que esté molesto con ellos (con Carlos y con Meseguer) pero mentalmente no estaban con nosotros. He tratado el tema con cariño y educación. Les pedí que se fueran a casa unos días, reflexionaran y que nos dejaran trabajar al máximo. Cuando vuelven me dicen que piensan lo mismo, que van a agotar todas las posibilidades para irse. Ellos han querido irse, y ellos tendrán que decir por qué, porque yo personalmente no lo sé.

Es preocupante que el club, por una razón u otra, sea incapaz de retener a ese perfil de jugador.

Ya, pero y qué haces. Un jugador en un club como este, con 20 años, con tres por delante de sub-23. Yo creo que él podría haber crecido con el club e ir hacia arriba, pero igual a mis 50 años tengo una visión distinta. Si él decide o su entorno le hace ver otra cosa, sus representantes le dicen que es lo mejor... y tendrán sus motivos. Que no digo ni mejor ni peor, ni bien ni mal, igual el equivocado soy yo. También con Escriche, que se ha ido al juvenil del Lugo a la misma categoría de la que estamos aquí. Yo no me hubiera ido, pero si ellos deciden eso les deseamos la mejor de las suertes.

Visto el panorama y vistos los precedentes, los impagos y los retrasos en las nóminas son más que posibles. ¿Cómo se maneja una situación así?

Eso, si viene, aún tiene que venir. Es pronto. Por mi experiencia, yo he jugado promociones en Alzira sin cobrar desde diciembre. Terminamos denunciando pero seguimos compitiendo. Es complicado y jodido de conducir, y lo mejor sería evitarlo. Es lo único que pido a los que están ahora manejando el club, que creo que son excelentes profesionales tanto Matías (Martínez, director general) como Carlota (Aparici, responsable de marketing), que están sacando petróleo de debajo de las piedras, trabajando mucho, como todos los empleados del club. Esperemos que no lleguen los impagos, y va a ayudar que el presupuesto se ha reducido una barbaridad.

¿Cómo se convive con la urgencia y la crítica?

No me molesta, pero no soy ajeno a lo que pasa. Sí me gustaría que algunas cosas fueran de otra manera, pero no dependen de uno. Entiendo a los aficionados del Castellón. Los entiendo. Ojalá pudiéramos tejer una buena relación entre jugadores y afición.