El menor de 15 años que resultó herido en el toro embolado de Vila-real, que permanece ingresado aunque con pronóstico favorable, deberá responder por haber incumplido el reglamento de festejos taurinos, tal y como confirmó ayer el concejal de Fiestas de la ciudad, Javier Serralvo, quien recordó que el consistorio y los organizadores cumplieron con su parte de responsabilidad al informar por megafonía y con carteles situados en las barreras de acceso sobre la prohibición de acceder al recinto a los menores de 16 años.
Serralvo, coincidiendo con el balance de final de fiestas, negó cualquier debate sobre el futuro o no de los actos taurinos y defendió una vez más la labor desempeñada por los directores de los festejos, los voluntarios taurinos y el resto de intervinientes en el dispositivo de seguridad, defendiendo que «en un recinto tan grande como el de La Vila es muy difícil garantizar que no habrá ningún menor», sobre todo teniendo en cuenta cuestiones como que numerosos domicilios y casales de peñas están dentro del recinto.
En este sentido apeló al papel que juegan los padres en estos casos, que deberían ser conscientes de que este tipo de cuestiones «pueden acarrear consecuencias» más allá de las secuelas físicas por la cogida.
El Intendente Jefe de la Policía Local, José Ramón Nieto, defendió que «se ponen todas las medidas necesarias» para que no se produzcan incidentes y, en el caso de que sea así, que la respuesta de los servicios de emergencia sea rápida, como habría sido el caso de la atención al joven herido.
Por otro lado, señaló que esta fue el tercer herido en los actos taurinos. El primer sábado se registraron dos incidencias leves, dado que tras su asistencia en la enfermería habilitada junto al corro, «el mismo médico que les atendió les dio el alta».
En el balance festivo también se hizo referencia al primer incidente registrado, cuando se desplomó un toro en plena calle. Nieto explicó que el director de los festejos, un agente de la Policía Local, realizó un informe al respecto que fue remitido a la Policía Autonómica, así como «toda la información» recabada sobre lo sucedido. Fuentes de la autonómica confirmaron que el expediente ya ha sido trasladado a la Agencia Valenciana de Seguridad, que será la que determinará las responsabilidades, en el caso de determinar que exista.
No hay debate
A este respecto, Javier Serralvo insistió en la tesis defendida por el ayuntamiento desde el primer momento: «Si un toro cae en la Vila hay que retirarlo y eso es lo que se hizo, de lo mejor manera posible», al tiempo que afirmó que «se hizo lo que tenía que hacerse». En relación a los debates que este suceso han generado, Serralvo argumentó que «van más allá de la realidad de lo que sucedió y plantean el 'toros sí, toros no'», que el equipo de gobierno no se plantea en ningún caso.
Con todo, los animalistas no desisten en su empeño. A raíz de lo sucedido tanto en Vila-real y Moncada hace una semana, el partido Pacma ha organizado una campaña de recogida de firmas a través de las redes sociales dirigida a la conselleria de Presidencia de la Generalitat Valenciana en la que se solicita que «modifiquen el marco legal vigente para reflejar la prohibición de todos los festejos populares que conlleven maltrato animal». En poco más de siete días están rondando los 50.000 apoyos.
