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Nuestras empresas

El potencial de la almendra

Además de comercializar sus frutos secos, la empresa aprovecha la cáscara para convertirla en biomasa

Lo que comenzó a finales de los años 50 como una empresa familiar dedicada al descascarado de almendra se ha convertido en un negocio puntero capaz de transformar un sector tradicional en un innovador modelo empresarial. La firma Frutos Secos del Maestrazgo (Frusema), radicada en la localidad de Albocàsser, ha sabido combinar el potencial de las nuevas tecnologías con el comercio sostenible y de kilómetro cero para aportar un valor añadido a las almendras que comercializa. Unas almendras que se han convertido en mucho más que una mera materia prima.

«Los orígenes de la empresa se remontan a finales de los años 50 cuando en esta zona de la provincia se helaron los olivos y la gente comenzó a plantar almendros», explica la gerente de la instalación, Lola Sales, que recuerda que «mi padre y un amigo suyo vieron en aquel entonces como oportunidad montar una descascaradora de almendra y ya somos tres las generaciones que nos hemos involucrado en el sector».

La instalación se dedica al procesado integral de la almendra para su posterior comercialización, además de promover un mayor compromiso con el entorno. De hecho, la cáscara del fruto seco también se comercializa como biomasa. «La clientela de la empresa son fundamentalmente mayoristas, como empresas de turrones, de restauración o almacenistas, aunque cada vez más está creciendo la venta online», remarca Sales. Según especifica, «aunque la mayor parte de nuestros clientes son nacionales, también enviamos producto a diferentes países de Europa y, en el caso de la cáscara de la almendra, también estamos enviando una pequeña parte de la producción a países como Italia». Precisamente, Sales corrobora que «aunque en esta zona la cáscara de almendra siempre se ha utilizado como combustible, desde hace unos cuatro o cinco años, especialmente a raíz de la crisis, ha aumentado su uso para alimentar calderas electrónicas debido a su elevado valor calorífico».

Gestión integral

La compañía, que adquiere su producto a agricultores castellonenses, ofrece un servicio de asesoramiento integral a los agricultores desde una visión sostenible, además de facilitarles el acceso a productos para el campo, más eficaces para el almendro y al mismo tiempo menos agresivos con el medio ambiente.

Todo ello hizo que Frusema obtuviera el año pasado la certificación del CAECV (Comité d'Agricultura Ecològica de la Comunitat Valenciana) que les acredita como operadores de producto ecológico.

«Todo esto nos permitirá abrir una nueva área de trabajo enfocada a la producción y comercialización de productos ecológicos, además de seguir fomentando internamente iniciativas con el objeto de minimizar los posibles impactos ambientales derivados del día a día en la planta de producción», especifica Sales.

En estos momentos Frutos Secos del Maestrazgo también ha abierto nuevas líneas de investigación para estudiar nuevas aplicaciones de la almendra y sus derivados, como por ejemplo para uso cosmético.

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