Una semana ha necesitado el Villarreal para tornar la preocupación y la urgencia en alegría e ilusión. Prácticamente olvidada la tempestad que supuso la destitución de Marcelino García y la cascada de declaraciones que se produjeron a posteriori, la apuesta por Fran Escribá empieza a afianzarse tras tres victorias consecutivas. Los triunfos ligueros ante Málaga y Real Sociedad y el europeo frente al Zúrich han devuelto la confianza a una plantilla que hoy buscará atravesar la última frontera del submarino.

Los amarillos visitan el Santiago Bernabéu donde, después de 16 visitas en Liga, todavía no han conseguido la victoria. Además, el equipo de Escribá arriba a la capital con el aliciente añadido de intentar terminar con el récord de victorias consecutivas en la competición doméstica del conjunto que dirige Zinedine Zidane. Los blancos acumularon doce triunfos seguidos al final de la pasada campaña y han conseguido ganar en las cuatro primeras jornadas de la actual. Un triunfo más y superarán al Barcelona de Pep Guardiola que, en la 2010-2011, también lograron 16 victorias seguidas en la Liga Santander.

Con estos antecedentes, el órdago del Villarreal es a la grande. Los blancos recuperan además a Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, que apuntan a titulares, y todo indica que Escribá realizará variaciones para dar descanso a algunos hombres de los que estuvieron en el once contra la Real Sociedad. Una misión muy difícil, la de vencer en el Bernabéu, pero en la que el vestuario amarillo se aferra al precedente de hace dos temporadas cuando se arrancó un empate con la teórica unidad B sobre el campo.

En teoría, el duelo de esta tarde-noche podría tener muchas semejanzas con aquel que finalizó sin tantos. Al menos del lado del Villarreal que, tras jugar el pasado domingo ante la Real Sociedad, podría jugar con un once con numerosas novedades. El técnico amarillo, Fran Escribá, avanzó ayer que habrá cambios en la alineación, pero no ha querido adelantar si serán tantos como los realizados ante el Zúrich.

Aunque se ha especulado con un posible cambio sistema, que transformaría el habitual 4-4-2 en un 4-2-3-1, la máxima de que lo que funciona no se debe tocar hace más factible que Escribá no modifique su manera de jugar. Sólo parecen seguras la presencia de Asenjo en la portería, Bruno como mediocentro y Sansone, en un momento de forma espléndido, como titulares.

La opción más extrema es que Escribá forme con Rukavina, Álvaro González, Musacchio o Víctor Ruiz en defensa; N'Diaye y Bruno como mediocentros y Jonathan y Cheryshev ocupen los interiores. Delante, Pato dejaría su sitio a Santos Borré, al igual que sucediese en Málaga. Quizás no se produzcan tantas variaciones y, sobre todo atrás, Escribá mantenga a alguien más de los habituales. Pero, de todas formas, habrá que esperar porque el entrenador valenciano se ha llevado a 21 jugadores hasta Madrid y no dará la convocatoria oficial hasta minutos antes del partido.

Una máquina imparable

Para estrenarse en el Santiago Bernabéu, el Villarreal quizás tendrá delante hoy a uno de los Real Madrid más complicados de los últimos años. Sin la vistosidad de otras propuestas, el equipo de Zidane se caracteriza por su capacidad competitiva y por contar con una plantilla muy compensada que sabe suplir las bajas de sus grandes estrellas.

Para complicar un poco más las cosas, los merengues podrán contar de nuevo con Cristiano, recuperado de su gripe, y con Bale, que ha superado sus molestias físicas. Las notas negativas para los blancos son las bajas de piezas importantes como son Pepe, Modric y Casemiro, aunque estas ausencias pueden dar entrada a hombres del nivel de Varane, Kovacic o Kroos que no fueron titulares ante el Espanyol Además, también puede recuperar un puesto en el once el malagueño Isco, que no estuvo en la alineación contra los blanquiazules, en detrimento de James.

Delante, tras quedarse sin jugar el pasado domingo, Bale y Cristiano Ronaldo deberían ser titulares. Álvaro Morata, vital contra el Sporting de Portugal con su gol a última hora, sería el encargado de reemplazar a Benzema como delantero centro. Todo para intentar continuar con una racha inmaculada que se antoja muy complicada de detener.