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El 30 % de los suicidios que se producen son de enfermos no diagnosticados

El doctor Mora del Provincial advierte de la necesidad de «tomar en serio» cualquier signo suicida

El 30 % de los suicidios que se producen son de enfermos no diagnosticados

Cada semana se produce un suicidio en la provincia de Castelló y en el 30 por ciento de los casos, son personas sin diagnosticar. Así se desprende de un estudio epidemiológico realizado por especialistas del Hospital Provincial de Castelló con la intención de entender la magnitud del problema y las características de las personas que han acabado con su vida, para lograr que estos casos disminuyan.

Los datos preliminares del estudio indican que el suicidio es un problema de salud pública y trascendencia social que puede prevenirse si se mejora la conexión, comunicación y el cuidado de las personas que presentan un mayor riesgo de muerte por autoeliminación. El estudio del Provincial se centra en el número de suicidios consumados entre los años 2009 y 2015 que, según los datos facilitados por el Instituto de Medicina Legal, han ascendido a un total de 350 casos, unos 50 por año.

Los especialistas del centro hospitalario han ido más allá y han indagado en las características de las personas que se han quitado la vida. Así, el psiquiatra Rafael Mora, investigador principal, explica que del estudio se desprende que el 70 por ciento tenía una enfermedad mental.

Concretamente, el 26 por ciento de los casos estudiados presentaba depresión y el restante 44 por ciento padecía trastornos mentales como conductas adictivas, ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar o de la personalidad. Sin embargo, el 30 por ciento de las personas que en el periodo de tiempo analizado se han quitado la vida no habían sido diagnosticadas de un problema de salud mental, lo que resulta «llamativo» si se tiene en cuenta que otros estudios advierten que el 90 % de los suicidas tiene una enfermedad mental.

«Los profesionales que trabajamos en la prevención e intervención tenemos un gran reto —destaca el doctor Mora— puesto que ese dato nos alerta de que tenemos que tomarnos en serio cualquier verbalización de ideación suicida y entre todos debemos concienciar a la sociedad para que el suicidio deje de ser un tema tabú y pueda hablarse de este asunto con el fin de que las personas acudan a especialistas de salud mental y lograr así que descienda la tasa de este tipo de muertes».

El 77 por ciento de las víctimas eran varones frente al 23 por ciento de mujeres, según el estudio, que destaca que el perfil de las personas que han consumado el suicidio en la provincia de Castelló en los últimos años es el de un varón con edad comprendida entre los 40 y 55 años.

«El número de casos se mantiene estable año tras año y en contra de lo que se pueda pensar la crisis no ha motivado que el número de casos haya aumentado de manera significativa», subraya el especialista. Uno de los datos más relevantes es que el 10 por ciento de las personas que se quitaron la vida lo intentaron antes en los tres meses previos, lo que demuestra que esos casos «habrían podido evitarse».

Más comunicación

Por ello, el experto señala que «una comunicación abierta es vital para combatir el suicidio, se debe trabajar en disipar mitos y reducir el estigma que lo rodea». «No se trata de normalizar el suicidio, sino de establecer estrategias de prevención basadas en una comunicación efectiva con quienes podrían ser vulnerables a consumar el hecho», añade.

«De esta forma, las personas que pasan por un episodio grave de pensamiento suicida pueden recuperarse si se dan cuenta de que no están solas, de que su problema no es único y de que pueden recibir apoyo para recuperarse», concluye.

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