Con el inicio de la campaña naranjera, en Borriana y concretamente en el centro, alquilar un piso o vivienda unifamiliar es objetivo de los llamados temporeros, en su mayoría extranjeros, alquilando incluso casas que en su día dieron cierto prestigio a esta población. Esta situación no suele ser preocupante políticamente hablando, dado que del centro de la población hace más de 40 años que ningún gobierno ha mostrado preocupación por dar el cambio de progreso que el centro de la ciudad necesita. Cuando quienes gobiernan dan la impresión que no conocen el problema y no ofrecen solución, cuando ha transcurrido un año sin que en el centro de la ciudad se haya trazado ninguna línea, es porque no quieren afrontar el problema que bien cierto es, viene de lejos.

Cualquier sábado en el que no haya actividad en la zona comercial o en el centro de la ciudad, por la tarde, dan la imagen de ser una zona más de la ciudad. La hora punta de estas calles comerciales se podría reseñar dentro del momento en que se terminan las misas de las iglesias de la Merced, el Salvador o de los padres Carmelitas. Momentos después llega la normalidad de un día cualquiera. La gente joven cada vez pretende vivir en espacios de poca aglomeración y de facilidad para estacionar sus vehículos, en el centro hay poco espacio de estacionamiento y el existente es de pago.

Buscar animación para potenciar el centro comercial de la ciudad, que se suele ofrecer en algunas y contadas ocasiones, puede ser un beneficio para los comerciantes, pero esta no es la única solución, dado que el fin de semana que no haya animación se caerá de nuevo en la normalidad de la tarde: poco ambiente y poca gente paseando por la zona. Si hacer atractiva una zona céntrica y comercial de la ciudad fuese tan simple con la aportación de grupos de animación, posiblemente la solución se habría dado hace años. Lo importante es hacer la zona atractiva y dar facilidades al estacionamiento, porque la gente que vive en la zona marítima tiene que coger el coche y después estacionarlo, y es uno de los problemas del centro de la población.

Sin duda Borriana no ha tomado ejemplo de los pueblos de alrededor de modernizar el centro de la ciudad, acondicionarlo a las necesidades de progreso que tiene el sector comercial, haciéndolo atractivo es algo que no ha pasado por la cabeza de los gobernantes que ha tenido esta ciudad y tampoco de los que cuenta en la actualidad, si se ha cambiado la pavimentación de algunos tramos de calles del casco antiguo ha sido por necesidad no por voluntad política.