El municipio de Benicàssim cuenta con varios enclaves catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC). Muchos de ellos son muy conocidos tanto por vecinos como por visitantes, pero también hay otros espacios que pasan un poco desapercibidos, pero que guardan un alto valor cultural.
Para recorrer los BIC se necesitará un medio de transporte ya que sus localizaciones están bastante separadas entre sí. Si comenzamos el trayecto desde la zona sur del municipio (una vez dejamos Castelló), el primer Bien de Interés Cultural que nos encontramos es la Torre Baró, nombre con que se conoce a una torre defensiva localizada en la zona del Pontazgo.
La Torre Baró fue construida a finales del siglo XVI y sus funciones eran la vigilancia y defensa frente a las incursiones de los piratas berberiscos que asolaron las costas valencianas y las saqueaban durante los siglos XV, XVI y XVII.
Se trata del edificio original de un conjunto edificatorio de uso residencial y agrícola, conformado por una torre con planta cuadrada, de una sola crujía, con cuatro plantas que albergan una única pieza en cada altura.
Sin lugar a dudas, es el claro exponente de las edificaciones señoriales de la época fundacional de la localidad donde, en esos lugares, las plantaciones de arroz y de vid eran la principal actividad de su economía agrícola. En la actualidad, la torre se encuentra bastante abandonada y sus puertas están abandonadas, motivo por el cual, es de fácil acceso para cualquier persona.
El conjunto monumental es de propiedad privada y, por tanto, el ayuntamiento sólo puede instar a los dueños a que actúen en la zona para evitar un mayor deterioro.
Dejando atrás la Torre Baró, la siguiente parada será en la playa Torre Sant Vicent para descubrir el monumento por el que la playa lleva su nombre. La Torre Sant Vicent constituía una de las dieciocho torres vigía con que contaba lo que es hoy la provincia de Castelló, a lo largo de la costa, y que tenían como misión la vigilancia y defensa de sus costas de los ataques de corsarios. Data del siglo XVI. Es de planta cuadrada, construida de mampostería aconcertada y angulares de sillar. Tiene un matacán aspillerado y en los esquinales de la parte posterior que da al mar, dos torrecillas circulares a la altura de la terraza. Se accede al interior por una sola puerta que se encuentra a un metro ochenta del nivel del suelo.
La Torre está rodeada de un bonito jardín que forma parte de la remodelación que se realizó en el paseo marítimo en el 2012.
Recientemente el Ministerio de Fomento ha resuelto incluir la restauración de la Torre Sant Vicent en la convocatoria del 1,5% cultural de este año, con el objetivo de convertir el edificio defensivo en visitables y como sede de actividades de interpretación de la historia de la torre.
BIC en casco urbano
Además de la zona de costa benicense, el municipio cuenta con otro monumento de Bien de Interés Cultural pero, en este caso, está situado en el casco antiguo de Benicàssim. Nos referimos a la iglesia Santa Tomás de Villanueva. Desde el BIC Torre Sant Vicent podemos ir hasta la iglesia caminando por la calle Torre Sant Vicent hasta llegar al casco urbano. El edificio, situado en la calle Santo Tomás fue construido entre 1769-1776 y fue la base de la formación de la villa en su actual emplazamiento, además de constituir el impulso definitivo a la configuración de Benicàssim como pueblo.
Por otro lado, el Castillo de Montornés es otro de los monumentos declarados como BIC y el enclave en el que se encuentra, el paraje del Dessert de les Palmes, es un conjunto histórico declarado también Bien de Interés Cultural, contando el paraje así como el monasterio de los Padres Carmelitas.
