Félix Porteiro (Castelló, 1983) fue en su día una de las promesas del automovilismo castellonense. Se inició con siete años en el karting, fue superando etapas y categorías a medida que iba ganando experiencia y los triunfos se sucedían en su palmarés, y acabó compitiendo en el Mundial de Turismos (WTCC), donde ostenta el privilegio de haber sido el primer piloto español en ganar una carrera de esta competición.

Pero la crisis le obligó a retirarse con solo 28 años y, desde hace seis aproximadamente, Félix dirige junto a su hermano Santi la empresa Porteiro Motorsport, a través de la que gestionan varios equipos y asesoran a muchos de los pilotos que se inician en el mundo del automovilismo. «Tenemos un equipo de carreras en la World Series y otro en Fórmula 3, y luego otro de test con ocho fórmulas diferentes, y lo que hacemos es transmitirles a los pilotos nuestra experiencia y ayudarles a encauzar sus carreras», explica el castellonense.

Las temporadas que transcurrió en la Fórmula 3 (2001), en la World Series (de 2002 a 2005), en las GP2 Series (2006) y en el WTTC (de 2007 a 2009) lo convierten en una voz más que autorizada para asesorar a los más jóvenes. Aunque se decía que podría llegar a la Fórmula Uno no lo consiguió por falta de patrocinadores, pero él tampoco se lamenta sino todo lo contrario: se siente más que satisfecho con todo lo conseguido. «A todo piloto le gustaría llegar ahí porque es un buen escaparate, pero yo he estado muy contento corriendo en el WTCC. Estaba cómodo y tranquilo, y no cambiaría por nada lo que he hecho. Incluso diría que las carreras del Mundial de Turismos son más divertidas para el piloto que las de Fórmula Uno», justifica.

Y es que Félix encontró en el Mundial de Turismos la horma perfecta de su zapato. «No pienso en lo que no hice sino en todo lo que he conseguido. Empecé con 7 años y salía a una media de 25 carreras al año y, en total, habré corrido unas 500. Me siento muy afortunado, tanto en mi etapa como profesional como en la de ahora. He corrido tanto y me lo he pasado también que lo vivido no lo cambiaría por nada», añade.

BMW España fue la que le abrió las puertas del Mundial de Turismos y esa experiencia es la que recuerda con más cariño. «Los últimos años son los que recuerdo como más especiales. Había conseguido dar el salto a profesional, que era el objetivo por el que siempre había luchado, y conseguí una victoria en la república Checa en el Mundial de Turismos que fue muy importante porque nunca antes un piloto español lo había logrado», rememora el piloto de Castelló, quien ha trabajado asesorando al benicense Roberto Merhi -al que considera un hermano- e, incluso, al madrileño Carlos Sáinz Júnior.

Aunque han pasado ya siete años desde que participara en su última carrera oficial, Félix sigue teniendo el gusanillo de poder volver algún día a la competición. «En mi categoría había un piloto de 51 años, así que por edad no será -actualmente tiene 33-», bromea el expiloto castellonense, a lo que no duda en añadir que «si de aquí a cuatro o cinco años todo mejora, igual me replanteo volver a empezar».