Ser defensa en el Villarreal CF y llegar a la titularidad es una carrera de fondo. Los buenos números cosechados por el equipo villarrealense en esta faceta temporada tras temporada hacen que sea muy difícil hacerse un hueco en el once inicial del submarino cada año, pero los jugadores que llegan nuevos al plantel lo hacen con la motivación de conseguirlo. Ese es el caso de Álvaro González (Potes, 1990), quien llegó a Vila-real este verano procedente del Espanyol y que mantiene un pulso con Víctor Ruiz y Mateo Musacchio para hacerse con un puesto en el eje de la zaga.

«Son muchos años y muchos partidos ya en Primera para afrontar lo que venga, por lo que estou preparado para jugar», dijo el futbolista del cuadro villarrealense, a quien las rotaciones podrían dar una nueva oportunidad este domingo en el encuentro contra el Celta de Vigo en El Madrigal.

«Desde el principio me he sentido muy integrado y ya con minutos tanto en Liga como en Europa. Mi adaptación ha sido fácil gracias a los compañeros y a lo fácil que ponen las cosas, ya que desde el primer momento me han recibido como una familia», añade el joven central.

En el mes y medio que Álvaro González lleva en el Villarreal ha jugado de inicio en la Liga Europa y los 90 minutos en el partido de la competición doméstica contra Osasuna (3-1). Este fin de semana, el hecho de que Musacchio haya estado concentrado con la selección de Argentina y tenga previsto su regreso en el día de hoy podría abrirle las puertas de la titularidad al defensa de Potes junto a Víctor Ruiz. «Estamos muy bien en defensa y trabajamos para seguir jugando al mismo nivel y arriba con los mejores», apunta.

Álvaro, que considera que el Villarreal es «un club en el que se respira fútbol» y en el que «te ponen las cosas muy fáciles para poder disfrutar con el fútbol y del día a día», acostumbraba a jugarlo todo con su anterior equipo. De hecho, en las dos últimas temporadas en el Espanyol jugó 36 partidos en cada una de ellas, si bien con el Zaragoza en Segunda División (2013-14) participó en 39 encuentros y el año anterior, en las filas del conjunto maño, un total de 33.

Ahora, este fin de semana le espera el Celta de Vigo, un rival «de los más difíciles». «El partido contra el Celta es un de los más difíciles, ya que son un buen equipo que además va en una línea ascendente. Tras ganar al Barcelona estarán muy motivados y con confianza. Tienen todo para hacer un buen partido aquí y para complicarnos las cosas», comentó al respecto.

Eso sí, Álvaro sabe que su equipo también está en un buen momentoy cree que deben «seguir siendo igual de competitivos que lo viene siendo el equipo en casa» para ir cumpliendo objetivos y manteniéndose en la zona alta de la clasificación.