La decisión de la Generalitat Valenciana de no derribar el edificio 167 de la avenida José Ortiz y apostar por la rehabilitación puso en pie de guerra a los vecinos de la zona, especialmente a los del Grupo Fátima, que comenzaron una recogida de firmas y manifestaciones para mostrar su rechazo a la postura que aceptó el Consell. Esta decisión también estaba respaldada por el Partido Popular quien ha defendido en todo momento el derribo del edificio que, en su día fue «foco de marginalidad». Tras la junta de portavoces de ayer, los populares lamentaron en un comunicado que «hace un año ya sabían cuál era la opinión de Almassora» y esperan «no perder muchos más».