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Algo se mueve

La máquina de coser vuelve a renacer

La tienda de Itobar Castelló abrió en 1980 y suministra una amplia variedad modelos de artículos para coser y bordar

La máquina de coser vuelve a renacer

De los recuerdos de cuando uno es niño permanece aquella añeja máquina de coser que funcionaba con un pedal y que servía para arreglar los pantalones que te rasgabas jugando al fútbol. Con el paso de los años y la aparición de servicios de arreglos en las propias tiendas de moda parecía que su uso quedaba relegada a una porción minoritaria de la población. En los últimos años parece que vuelve a renacer empujada por la crisis económica y la austeridad que caracterizó a las familias en los primeros años de la democracia.

«Se dice que las máquinas de coser son un artículo de crisis, porque se compra menos ropa y se hacen más arreglos», subraya Óscar Tomás, propietario de Itobar Castelló, una de las tres tiendas de máquinas de coser de la capital de la Plana. Durante la entrevista, el establecimiento, situado en la plaza Huerto Sogueros 11, muestra una importante afluencia de gente.

Tomás resalta que la evolución de la máquina ha mantenido una tendencia estable. Explica que antes era considerada un «elemento de lujo» por su altos precios -«podía suponer el salario de cuatro meses-, y que luego con la reducción de los mismos y la aparición de la máquina electrónica se popularizó más su uso. «La máquina de coser es un acceso necesario en una casa» porque toda la ropa, recuerda , va cosida y requiere arreglos.

Itobar inició su camino en 1980 de la mano de Inocencio Tomás -padre del actual gerente-. En principio se dirigía al mercado de las empresas de confección y los particulares. Ahora se centran básicamente en hogares, ya que, según subraya Óscar Tomás, desde antes de la crisis económica han cerrado el 80 % de las firmas de confección de Castelló.

Itobar Castelló ofrece una variedad de maquinarias disponibles para todos los bolsillos; hay desde 159 a 1.000 euros. Este producto se ve aderezado con un servicio personalizado y la realización de cursos para que el comprador aprenda su manejo. «La gente valora nuestros servicio postventa y técnico y el asesoramiento que ofrecemos. Si no estaríamos aquí», afirma. Esta semana ha acudido a la tienda un joven a aprender a utilizar una maquina de bordar.

En su web, Itobar destaca que su actividad está basada en la venta y servicio técnico de máquinas de coser industriales y domésticas, y que comercializa maquinaria para corte, plancha, envasado al vacío y sistemas de etiquetaje manual. En máquinas, explica Tomás, hay tres tipos; mecánicas, electrónicas y especiales.

Asevera, asimismo, el surtido de artículos para llevar a cabo la técnica denominada «Patchwork» como cortadoras, reglas, telas pre-cortadas, plantillas, marcadores, adhesivos textiles, guatas, floca para rellenos, hilos y agujas, entre otros elementos. El responsable del establecimiento finaliza remarcando que las máquinas de coser tiene futuro «porque vamos vestidos y siempre hará falta un arreglo».

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