Los antiguos gestores de la CEC, José Roca y Rafael Montero, presentaron antes de su marcha un plan de viabilidad con el que proyectaron una posible recuperación de la salud financiera de la patronal castellonense. Pero su salida forzada y los primeros análisis realizados por la nueva gestora de la CEC han puesto de manifiesto que su plan de viabilidad no tenía ningún recorrido.