Brincó el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva del Villarreal para celebrar el gol de Chuca, en el minuto 87, para poner el 2-2 que premió la valentía de un Villarreal C que nunca le perdió la cara al partido, ni cuando jugaba con diez efectivos y el Orihuela consiguió remontar el 1-0 en contra. El alicantino cogió la responsabilidad de lanzar la falta en la frontal del área. Con su clase y arte coló el cuero lejos del alcance del portero José Carlos. «Me vi confiado, lancé y el balón entró. Es mi especialidad, el lanzamiento de larga distancia. El tiro me salió fenomenal y sirvió para empatar. Es lo que se merecía el equipo», dijo el bravo futbolista alicantino, una vez concluido el encuentro contra el equipo escorpión.

El empate se celebró por todo lo alto porque después del 1-0, llegó la remontada del rival hasta el 1-2. De esta manera, igualar el choque en el minuto 87 fue un subidón para el equipo de Carlos Pérez Salvachúa que salvó un punto cuando todo parecía perdido. «La alegría fue inmensa. Lo malo es la expulsión de mi compañero Genís y la lesión de Arnau. Esperemos que no sea nada y que pronto estén otro ve con nosotros», dijo Chuca.

El Villarreal C suma ya trece jornadas sin perder. Sigue invicto y aspirando a todo como reconoció el joven centrocampista alicantino. «El objetivo esta temporada es estar entre los cuatro primeros que disputarán la fase de ascenso. Los trece partidos sin perder es un buen aval. Se puede conseguir. Nosotros nos lo seguimos creyendo y ojalá vayamos a más y logremos ese objetivo», finalizó el amarillo Chuca.