Un gol de Raúl García, precedido de una impresionante delicatessen de Aritz Aduriz dentro del área visitante, castigó el tímido planteamiento del Villarreal y devolvió al Athletic Club a una pelea europea en la que se queda a tiro hasta de los puestos de Liga de Campeones, que sigue marcando el equipo de Fran Escribá, cuarto a pesar de su derrota por la mínima en San Mamés (1-0).

Era el minuto 67 cuando se decantó el partido. Raúl Asenjo recogió el rechace de Sergio Asenjo, que le dejó el balón en los pies, y marcó a puerta vacía para premiar una segunda mitad espléndida rojiblanca. Especialmente de Iñaki Williams y Aritz Aduriz, que no paró de encontrarse con Asenjo después de que un impresionante control orientado suyo abriese las puertas del primer y único gol del partido. Hasta tres veces respondió el palentino a buenos remates del donostiarra. Iñaki martirizó a Jaume Costa en el flanco diestro.

Con este triunfo, el Villarreal ve cómo se le acercan los perseguidores. El Athletic se sitú a dos puntos de la Champions, que marca el Villarreal empatado con la Real Sociedad, después de ser superado por el Sevilla.

Ayer, después de una primera mitad para olvidar por parte de los dos equipos, los de Fran Escribá fueron arrollados en una segunda mitad que no les sirvió precisamente para coger moral de cara al importante partido europeo del jueves en Zurich. El Villarreal especuló demasiado y desaprovechó la oportunidad de mantenerse tercero en la tabla y a un solo punto del segundo, el Barcelona, y sobre todo, de poner tierra de por medio con el equipo vasco.

Pero no. Arrancó mejor el Athletic, tratando de encajonar en su campo al Villarreal, pero no les duró mucho la iniciativa a los de Valverde ya que los de Escribá poco a poco fueron neutralizando el ímpetu local y equilibraron el juego. Aunque no pasaron de ahí los visitantes, que parecieron contentos con el 0-0 ante un rival incapaz de poco más que de apretar la posesión amarilla y enviar algún que otro centro colgado al área. Eso sí, sin demasiado peligro.

Tampoco el Villarreal se acercaba con peligro al área rojiblanca. Si acaso durante unos minutos rondando la media hora con un pase atrás de Bruno hacia Samu Castillejo, que cortó Balenziaga a córner. También en córner acabó una disputa aérea entre Williams y Jaume Costa a un centro desde la izquierda con cierta intención. Poca cosa. Prueba de lo árida que resultó la primera mitad fue que acabaron inéditos tanto los dos porteros, Kepa y Asenjo, como los dos delanteros centro, Aduriz y Sansone.

Se animó, como casi era imposible que no sucediese, el choque en la segunda mitad y la espoleta fue la primera de las muchas apariciones que tuvo Williams en la reanudación. En esa primera acción centró sobre Muniain, que cruzó demasiado el remate al recibir el balón demasiado encima.

Respondió Samu Castillejo con un disparo desde la frontal a las manos de Kepa, pero el partido ya era más del Athletic. Y sobre todo de Williams, que no paró de percutir por la derecha, castigando a un Jaume Costa que había sido de lo mejor en el primer tiempo.

Hasta tres ocasiones generó el veloz extremo bilbaíno. En la primera, la más clara, mandó el balón al palo tras regatear a Asenjo en un mano a mano en el que le dejaron un pase de Raúl García y un extraño escorzo de Jaume Costa; en la segunda no acabó de controlar el balón en una veloz diagonal hasta el área y en la tercera su centro se fue a córner.

Pero no fue Williams, sino Raúl García en que derribó el muro amarillo. Fue, eso sí, tras un lujo de Aduriz. El ariete internacional bajó un balón del cielo con un impresionante control orientado que le permitió rematar con opciones hacia la meta de Asenjo. El meta palentino rechazó como pudo y a los pies de Raúl, que no tuvo más que empujar para abrir el marcador.

A partir de ahí el encuentro fue un duelo ente Aduriz y Asenjo, del que salió vencedor el portero. También tuvo un par de opciones el Villarreal, pero Bakambu no fue capaz de encontrar un balón suelto que le cayó en el área para el 1-1 y a Pato le detuvo con solvencia Kepa un fuerte disparo desde la frontal