Tras haber logrado una estrella Michelín para el restaurante de Benicarló que lleva su nombre, Raúl Resino reconoce que «está desbordado por tantas felicitaciones» y, a pesar de los grandes reconocimientos que ha obtenido en los últimos tiempos continúa siendo un hombre transparente y directo y señala que, «soy lo que soy y lo seguiré siendo».

Antes de que llegara el galardón otorgado por la guía francesa, Raúl se proclamaba el pasado mes de mayo ganador del concurso Cocinero del Año y en el 2015 recibió el premio al mejor cocinero de la provincia de Castelló en la universidad gastronómica Gasma, otorgado por «Sabores de Castellón».

Unos premios que Resino ha conseguido gracias al trabajo de todo su equipo, «desde el friegaplatos hasta el cocinero y los proveedores». Una labor conjunta que les ha permitido tocar el cielo una vez más y contemplar cómo todo el esfuerzo se traduce en una estrella que eleva sus fogones a los altares de los mejores.

A la mañana siguiente de conseguir la preciada estrella, Resino afirmaba sentirse «algo más calmado», y sobre el premio gastronómico manifestó a Levante de Castelló que «es un sueño, un galardón de lo más grande». Un sueño compartido por todo su equipo porque «soy el que marca el camino, pero todo mi equipo es imprescindible».

Repercusión para la provincia

Respecto a la repercusión del premio gastronómico, Resino afirma que «este premio es bueno para Benicarló, para toda la provincia y también para el turismo gastronómico». «Contamos ya con dos Estrellas Michelín (la suya y la que consiguió hace tres años Cal Paradís, el restaurante del cocinero Miguel Barrera en Vall d'Alba) algo que es muy positivo para nuestras comarcas», ya que es sin duda un reclamo para situar aún más sobre el mapa las excelencias de las mejores cocinas.

Tras el galardón, Resino va a continuar con el estilo que lo ha hecho famoso. Asegura, tan directo y transparente como siempre que «no voy a cambiar, seguiré siendo el de siempre. Ahora tengo una madurez y una trayectoria y mi carácter es campechano y de no poner barreras, me gusta la cercanía con la gente».

En cuanto a su estilo gastronómico, Raúl empezó a los 16 años en el oficio desde abajo, formándose por toda nuestra geografía y fuera de ella, forjado en las cocinas de barcas marineras, en huertas y en lonjas y ha pasado por cocinas de restaurantes humildes hasta llegar a algunos de los restaurantes más prestigiosos del mundo como el Restaurante Martín Berasategui de Lasarte, el Celler de Can Roca en Girona o el Restaurante Suzaku de Tokio, entre otros muchos.

Resino afirma que «el estilo de trabajo va a seguir siendo el mismo, mar y huerta. Es nuestra identidad y eso no se puede cambiar».

El ya Estrella Michelín señala que es muy exigente con el producto, y en este sentido alaba a sus proveedores, «el 80% del producto proviene de Benicarló, y el otro tanto por ciento del resto de la provincia». Así, ingredientes 100% de proximidad, «en mi casa se come Castelló», sentencia orgulloso.

En el restaurante Raúl Resino de Benicarló, todo el mundo va a ser partícipe de la fiesta por la estrella Michelín, aunque el galardonado indicaba que «hoy abrimos puertas como todos los días».