Cerca de 8.000 personas se manifestaron en la Vall d'Uixó para apoyar las reivindicaciones de los trabajadores de la fábrica Imepiel y, de esta manera, exigir la supervivencia de una empresa muy importante ya no solo en la economía del municipio, sino de toda la provincia.

La manifestación tuvo lugar la tarde del 21 de noviembre de 1991, y los trabajadores se concentraron para reclamar el pago de las nóminas de septiembre y octubre, y temían que, en solo unos días, la deuda pudiese crecer con el sueldo correspondiente a noviembre.

La manifestación se inició frente a la plaza del Ayuntamiento de la localidad y recorrió las principales calles de la localidad al grito de «no nos moverán». El presidente del comité de empresa de Imepiel, José Badenes, confesó sentirse «muy satisfecho» del apoyo popular recibido, y resaltó que la práctica totalidad de los comercios de la localidad «cerraron sus puertas media hora antes de lo habitual para poder adherirse a la manifestación».