La extinta Fundació de Festes ya nació en 1988 con el reparo del secretario del Ayuntamiento de Castelló. La corporación aprobó ese año por unanimidad un organigrama que otorgaba al «món de la festa» autonomía en la organización de la fiesta. El secretario municipal, José Mateo, advirtió entonces de una falta de fiscalización municipal, ya que la estructura carecía de funcionarios para llevar a cabo las contrataciones.

José Mateo, que se jubiló en 2010, compareció ayer en la comisión que investiga las cuentas de fiestas desde 2008 a 2016 a petición del Partido Popular y admitió que tanto él como el interventor pusieron objeciones formales a los estatutos de la Fundació de Festes que el pleno local aprobó en 1988 por contravenir algunos aspectos de la legislación, ya que según puntualizaron luego fuentes municipales, la fundación carecía de personal administrativo pese a manejar fondos públicos. Mateo explicó que se optó por este sistema -que fue respaldado por los grupos municipales con representación en ese momento- para reforzar la autonomía festera. La Junta de Festes se encargaba de la organización y gestionaba los recursos económicos. El control del ayuntamiento se limitaba, añadió, a la aprobación del presupuesto y a la validación de los contratos mayores -se fijaron al principio a partir de un millón de pesetas-. En los menores la Junta tenía total libertad, pero en los de mayor cuantía la Junta los presentaba al Ayuntamiento pero los técnicos detectaban errores legales en algunos de los mismos.

Contratos antes de Magdalena

Mateo destacó que la Junta facilitaba dichos contratos poco antes de la celebración de la Magdalena y que el consejo rector de la fundación (ayuntamiento) lo ratificaba por falta de tiempo para corregirlos. «A ver quién era el guapo que los rechazaba antes de fiestas», espetó el exsecretario, que recordó que el Patronato de Deportes, que nació en fechas similares a la Fundació de Festes, no dio problemas al contar con funcionarios.

Con su testimonio, el PP intentó evidenciar que las supuestas irregularidades se extendieron desde que echó a andar la fundación en 1988 y que su funcionamiento lo avalaron socialistas, PP, y Bloc. A preguntas del edil popular, Juan José Pérez Macián, Mateo indicó que en 1994 se planteó una modificación de los estatutos de la fundación pero sin enmendarse los reparos legales, sostuvo. En respuesta a Xavi del Señor (CS en Moviment), dijo que se podrían haber adaptado con voluntad política pero apuntó que este cambio podría haber derivado en un enfrentamiento del equipo de gobierno con la Junta.

El concejal del PSPV, Antoni Lorenzo, preguntó si en la etapa del PP hubo algún intento para solventar esta situación y respondió que se habló de nombrar funcionarios en la Fundación pero que esta medida no llegó a cristalizar. El exsecretario recordó que en 2007 «había más libertad» en la organización de fiestas y que propuso al presidente de la Junta que realizaran «contratos menores» y le contestaron «que no tenemos de eso».

«¿Hay responsabilidades de las anteriores corporaciones?», le emplazó Del Señor. «Podría haber si el patronato aprueba un contrato que se dice que no es válido», resaltó Mateo.

Por su parte, el exinterventor del Ayuntamiento de Castelló, Juan Martínez, responderá por escrito al no poder acudir ayer por motivos personales

Carpa alemana

Un exresponsable de la carpa alemana de Magdalena, Juan Carlos Vidal, reiteró por escrito que la contratación de personal en 2014 y 2015 correspondió a una ETT. No citó su nombre, pero en anteriores comisiones otros encargados de esta actividad señalaron a la firma de la familia del expresidente de la Junta, Jesús López.