El Ayuntamiento de Castelló ha asumido el salario del prior de la Basílica de Lledó en las cuatro décadas de democracia con la justificación de que la basílica es de titularidad municipal. El actual equipo de gobierno pone fin a esta relación contractual y cede sus retribuciones al Obispado de Segorbe-Castelló, que a partir de 2017 pagará el sueldo del responsable religioso de Lledó -19.418 euros brutos anuales en 2016-.

Los munícipes del PSPV y Compromís persiguen desde hace un año la firma de un convenio con el Obispado y ayer anunciaron el acuerdo, que recoge que la figura del prior pasará en 2017 a formar parte del personal de la diócesis. A cambio, el ayuntamiento mantendrá los gastos de mantenimiento necesarios. Esta circunstancia no supone un cambio ya que así estaba establecido hasta el momento, pero el consistorio se ha comprometido a destinar en 2017 una partida extraordinaria para rehabilitar la casa prioral.

Socialistas y Compromís reclamaron en el anterior mandato que el Obispado abonara los emolumentos del prior, pero el ejecutivo del PP se negó aduciendo que estaba obligado a ello por ser la basílica un edificio de titularidad local.

Tras varios meses de negociaciones, el Obispado ha accedido, aunque en contraprestación la basílica recibirá nuevas inversiones del consistorio.

Al respecto, el concejal de Ermitas, Enric Porcar, subrayó que «el ayuntamiento, como siempre, respetará y garantizará la función de la basílica, que es la del culto religioso». Según el edil, «desde el equipo de gobierno entendemos que, del mismo modo que corresponde en el ayuntamiento el gasto para mantener y mejorar el templo, creemos que el personal debe de ir a cargo del Obispado porque consideramos anacrónico mantener como miembro de la plantilla del consistorio al cura».

Porcar recordó que hace unos años, en el anterior gobierno, ya se suprimió la otra figura religiosa que dependía del personal del consistorio. En este caso se trataba del cura que estaba en el cementerio. El concejal de Ermitas aseguró que «el ayuntamiento se continuará haciendo cargo de cualquier obra o mejora necesaria en el templo, como en cualquier edificio municipal». Para empezar, de cara a 2017 hay una partida para rehabilitar la casa prioral, actualmente muy deteriorada, que asciende a 60.000 euros. «La medida del cambio de personal respecto al cura no supondrá ningún cambio de cara a la comunidad católica, puesto que la actividad será la misma. Es más, la iniciativa busca reforzar todavía más la implicación del ayuntamiento en el mantenimiento y la puesta en valor de todas las ermitas de la ciudad que son, al fin y al cabo, patrimonio de todos y todas», afirmó Porcar.

El concejal de Ermitas destacó que «el apoyo del ayuntamiento hacia las ermitas se continuará traduciendo en importantes partidas anuales para garantizar el mantenimiento y cualquier gasto que se pueda generar a lo largo del año».