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El Plan del Ruido plantea en los 'parkings' públicos plazas para bicis y tomas para coches eléctricos

El ayuntamiento analizará la idoneidad de colocar cinemómetros para controlar la velocidad en las vías más conflictivas

El Plan del Ruido plantea en los 'parkings' públicos plazas para bicis y tomas para coches eléctricos

El Plan de Acción contra el Ruido contempla la aplicación de medidas que el ayuntamiento está aplicando desde hace unos meses, como es por ejemplo potenciar el uso de la bicicleta o fomentar el transporte urbano, pero el objetivo es que en la próxima década la ciudad cambien su concepto de movilidad urbana y que el tráfico deje de ser el principal foco de ruido de la capital de la Plana. El concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, subrayaba ayer que «aunque algunas medidas se planteen a medio o largo plazo, los técnicos del ayuntamiento ya trabajan en aspectos que nos marca este plan de acción», como son las limitaciones de los vehículos pesados en horario nocturno, el aumento del carril bici o las «supermanzanas» que se han diseñado para la remodelación del barrio de Maestría, donde el peatón ganará protagonismo.

El Plan de Acción contra el Ruido establece medidas por fases, aunque algunas de ellas están analizándose para incorporarlas a los contratos municipales de los próximos meses. Una de ellas, que según el estudio realizado por la empresa Acusttel debería ejecutarse en un plazo de 3 a 5 años, es la necesidad de que los aparcamientos públicos de la localidad cuenten con puntos de carga eléctrica para vehículos, lo que supondría dar facilidades para que los ciudadanos opten por comprar un coche eléctrico o híbrido.

Asimismo, también se considera importante que estos 'parkings' públicos reserven zonas para el estacionamiento de bicicletas. Sobre estos dos aspectos, en el pleno municipal del pasado mes de noviembre la concejala de Comercio, Patricia Puerta, ya avanzó que se está trabajando en un modelo de contratos, de cara a futuras renovaciones o adjudicaciones de contratos de aparcamientos públicos, que recogerían como punto innegociable la reserva tanto de puntos de carga eléctrica como zonas de aparcamiento vigilado para bicicletas.

El Plan contra el Ruido, como ayer recogía este diario, contempla medidas a corto plazo -a aplicar antes de que pasen 3 años- como la potenciación del transporte público y la bicicletas, la creación de más calles peatonales, el control del ruido de los servicios de limpieza y recogida de basura, la sustitución del adoquinado tradicional por otros materiales o la colocación de cinemómetros -una tipo de radar- en los viales más conflictivos para controlar la velocidad en los tramos urbanos.

Sobre este último aspecto, Rafa Simó señaló que los cinemómetros están funcionando ya en algunos municipios de España «y estamos estudiando su funcionamiento para ver si sería efectivo en Castelló, porque lo que hay que tener claro es si lo que va bien en una ciudad en concreto puede servir o no aquí antes de ponerlo en marcha».

Sin puntos negros

El concejal, en este sentido, añadía que «afortunadamente Castelló no tiene puntos negros en su mapa urbano» -viales en los que se produzcan al año tres o más muertes- «aunque todos tenemos en mente avenidas donde se corre más y se pueden generar más ruido, como pueden ser Chatellerault, Almassora, Hermanos Bou o Vall d'Uixó, por ejemplo». En cualquier caso, Simó aclaró que «el objetivo debe ser calmar el ruido que genera el tráfico, como pueden ser las plataformas únicas -las que no tienen aceras-, porque el conductor reduce las velocidades». En esta línea, incidía en que «todas nuestras políticas van encaminadas a una ciudad para el peatón, la bicicleta y el transporte público, pero lo que tampoco vamos a hacer es demonizar el coche, que también debe tener su espacio».

Sobre la propuesta del plan de acabar con las calles de adoquín, Rafa Simó explicaba que «más que eliminar el adoquinado, de lo que se trata es de utilizar materiales adecuados». Es lo que ha pasado por ejemplo, en la calle San Luis, donde el adoquín clásico de este vial ha sido una tortura para el ayuntamiento por el ruido que genera y por levantarse de forma periódica. El ayuntamiento actuó recientemente en esta calle, en la que colocó un material que absorbe más el ruido, pero manteniendo el formato de adoquín, que para las calles del centro supone un cierto embellecimiento urbano.

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